«La imagen del catecumenado es Dios que lucha con Jacob. Debes ver que Dios realmente actúa en tu historia, en tu existencia para destruir tu orgullo. "¿Por qué me atacan por detrás y por delante?"¿Por qué me cierran las puertas a mí? ¿Por qué me ahogo? ¿Por qué? Porque Dios destruye tu orgullo.»

«Ahora descubrirás que es Él, es Dios que está luchando contigo. Lo que necesitas ahora es aferrarte a este Dios, fuertemente, porque Él es el poderoso. Es el Dios ante el cual tú eres cojo. Frente a este Dios tú estás cojo porque estás lleno de pecados, defectos, cojera. Tú no caminas: cojeas. Eres una persona que cojea bien. En este momento necesitas que nosotros te enseñemos a aferrarte a este Dios.»
El maestro Ciruela: sólo sabe hablar de un Dios de muerte y eso es lo que enseña. Porque al verdadero Dios se le encuentra en la Iglesia.
«¿Cómo te aferrarás a este Dios? Mediante la oración, que es la imagen del aferrarse a Dios. Este tiempo tiene tres exorcismos fundamentales. Porque, si hay un combate, ¿quién es el que combate? Dios combate, contra tus demonios.»
Así que tú repantígate ante el TV y no hagas nada, espera que te lo den todo hecho… Pero vas a tener que esperar muuuucho, ya que así no funciona.

Que nadie piense que lo que Kiko está diciendo es que recuperes la familiaridad con la Iglesia. No. Sólo está usando la palabra, apropiándose de ella. Por eso a continuación la “presencia de la Iglesia” se traduce en preparar temas para creerse que se sabe más que nadie de la historia de la Salvación.
«Ahora tendremos un tiempo en el cual veremos la Historia de la Salvación a través de las diferentes figuras bíblicas; ya lo hemos visto a través de las etapas, ahora lo veremos a través de las figuras bíblicas: Adán, Noé... Y, desde la primera figura bíblica hasta Jesucristo, veremos una historia que Dios está haciendo con una serie de personas que tienen nombres muy concretos, como tú; porque Dios te está llamando a ser parte de esta Historia de Salvación para esta generación.
Después de este primer año, tendrás una iniciación a la oración; en este año te enseñaremos a orar: será algo maravilloso. Al final de esta iniciación, la Iglesia te exorcizará nuevamente y te entregará el Salterio, el libro de los salmos: te enseñará a orar con los salmos.»
Por si alguien se pensaba que rezar era lo que le enseñaron sus padres o su abuelita, que se vaya espabilando. En el CNC nadie sabe rezar hasta que lo diga el kikotista de turno.
Kiko se piensa que el kerigma es suyo y que él lo reparte y lo asigna a quien le place.
«Porque el Bautismo nos hace a todos ser enviados. Aquí no hay cristianos de primera clase ni cristianos de segunda clase, como ya hemos dicho. Todos somos itinerantes. Todos somos apóstoles. Entonces, en ese año, toda la comunidad se divide en pequeños grupos de tres, se reúnen en una casa, comienzan a rezar, a leer las Escrituras y después siguen la ruta que les haya tocado a sorteo, de casa en casa, y reciban lo que reciban; a llamar a la puerta, a anunciar a Jesucristo a esos hermanos, como profetas que vienen a traer la buena nueva: la paz del Señor esté con vosotros. No querrán recibiros, os creerán testigos de Jehová, os darán dinero para que os vayáis... lo que sea.»
La chorrada de la salida de por las casa no funciona porque la gente sabe reconocer la impostura. Y cuando se presenta en la puerta de casa un impostor que no está actuando en libertad sino al dictado de otro, se dan cuenta.
«Al final de esta Traditio, durante toda la Cuaresma, tendréis que confesar en el presbiterio de vuestra parroquia y ante la iglesia llena de gente vuestra fe en Cristo. Con la iglesia llena de gente, en el presbiterio de vuestra parroquia, con todos los sacerdotes: venís al micrófono y confesáis vuestra fe. Esto se llama Redditio.»
Nadie de mi comunidad lo hizo ante gente que no fuera del Camino. Se organizaban charangos específicos a los que se invita sólo a las comunidades y allí a sorteo o a dedo iban saliendo a confesar ser los “pedores” de todos. A la siguiente comunidad le fue aún peor: les llevaron al centro neocatecumenal a hacer ese paripé de confesarse “pedores” que nadie.
«Os hemos dado el kerigma, el Credo -el Credo es el resumen del kerigma-, y después de recibir este Credo, pasaréis seis meses predicando por las casas... y después se lo devolvéis a la Iglesia. Redditio significa restitución: nos lo devolvéis, nos lo dáis. Partiendo de vuestra experiencia, confesáis este Credo. "Yo, Perico, creo en Dios Padre Todopoderoso, creador del cielo y la tierra, por este y por este otro motivo". Así vais recorriendo todos los artículos del Credo, los doce artículos del Credo, a partir de tu experiencia. Como los talentos: no solo dando la catequesis, sino ahora dando tu experiencia. Cinco talentos que me diste -me diste el Credo-, ahora te devuelvo cinco más –este Credo se cumple en mí-.»
Se trata de que te despelotes en público, otra vez.

La Cuaresma siempre es un tiempo de conversión, salvo en Kikónides, donde se emplea para cotillear en las vidas de los demás.
«Al final de todo esto, en el Domingo de Ramos, el Obispo te dará una palma: signo de que eres un mártir. Si has superado todo esto, ya se te puede entregar la palma del martirio. Luego se hace una procesión con el Obispo, esperamos que venga.
Esa palma que se te da el Domingo de Ramos, la pondremos en la puerta de nuestra casa, en serio. Es un anuncio de que hay un cristiano allí y significa que vive una persona que está dispuesta a dar su vida para confesar a Cristo. La palma significa la palma del triunfo del martirio. Precisamente confesar a Cristo con los hechos porque la palma es un símbolo: es como la columna vertebral, es como una espina de pescado; dicen que la columna vertebral del Cristianismo es la confesión de Cristo como Kyrios en la vida, con hechos. Esto es lo que te será entregado y haremos una procesión con el Obispo cantando: "Hosanna, Hosanna el que viene en el nombre del Señor". El camino cuanto más avanza es más hermoso, ¿verdad? Más fácil, mucho más fácil. El camino va de mal a mejor. Es lo opuesto a muchas cosas. Antes, en otras cosas, se comenzaba muy bien y luego la gente se cansaba. Aquí los más difíciles son los primeros años cuando la gente no entiende nada, nacen los desórdenes en la comunidad... los que dejan de venir... A partir de ahora veréis como vienen prácticamente todos y los que no vienen es por una causa justificada. El camino se va haciendo mucho más serio, mucho más bello: se está solidificando.»
Quiere decir: se va apretando alrededor del cuello, como una cadena. Y esclaviza.