Me han hecho llegar una “felicitación navideña neocatecumenal”.
Se conoce que este año Kiko está ocupadísimo y no ha tenido tiempo o ganas para emborronar una hoja con algún boceto feo para que sus leales se apresuren a hacerlo rular por todas partes a modo de “postal de Navidad”. Y alguien ha debido pensar que la cosa no podía quedar así y con un mal gusto difícil de superar, planta una foto fea de la extinta de categoría superior con unas manitas falsas, de la que llaman bruta ad experimentum, del sensible y del pézzimo.
Al fin y al cabo, mejor que se dejen de ñoñerías y de disimulos con una imagen de un nacimiento o cositas por el estilo, tan propias de los religioso de misa de 12, mejor que enseñen qué es lo que ellos idolatran.
Y que nadie se llame a engaño.