Uno de mis contactos, que tiene un humor un poquito corrosivo, me hace saber que el encuentro post-clausura que ha habido en Panamá entre jóvenes –algunos de ellos de más de 60 años- del Camino Neocatecumenal y el pomposamente llamado equipo responsable internacional ha sido un exitazo se mire como se mire.
Y a continuación me ha explicado como lo mira él, es decir, mi contacto.
Sus motivos para catalogarlo de éxito sin precedentes han sido los siguientes:
- Gracias a Kiko ha sido evidente para cuantos han presenciado ese encuentro -entre los que no me encuentro yo, valga el juego de palabras-, la existencia de un microclima frío justo allí donde se posa Kiko. Microclima que le obliga a no quitarse el jersey ni la bufanda. ¡Para que luego digan algunos que siempre ha llevado una vida regalada!
- Los tuledanos pueden respirar tranquilos, no les han recordado que son más que muy brutos.
- Todo aquel que quiera echar un vistazo a las imágenes podrá comprobar que el lugar del encuentro les quedaba grande. No hacía falta tanto espacio para los que eran.
- Había una imagen de categoría superior tan conocida y tan popular que vieron necesario ponerle el nombre en la parte de abajo para que se supiese de quien puñetas era la foto.
- Lo mejor de todo: mi contacto contabilizó dos chicos que se levantaron para el seminario. Dos de verdad entre esos 700 anunciados a bombo y platillo. ¿Dos? Sí, dos, porque los demás estaban de decorado, es decir, son chicos que ya están siendo kikotizados en diversos RM.
Ya digo, mi contacto es un poquito corrosivo.
Pero tengo prueba de que es verdad que se da instrucciones a cuantos de ningún modo pueden ser nuevas incorporaciones al seminario para que hagan bulto sobre el estrado.
De la misma forma tengo información sobre la falta de interés que ha habido en unas cuantas comunidades de Europa respecto de la JMJ de Panamá. No digamos respecto del encuentro sideral con el trío de los ojos tristes.
En CNC se cae a cachos. Suele pasar con los ídolos con pies de barro.