Los ex miembros describen una amplia variedad de dificultades psicológicas que aparecieron tras el abandono de la secta. La más común es la depresión durante los primeros meses después de la salida. Es difícil de describir el dolor que se siente al descubrir que te han mentido y esclavizado en un grupo de control mental.
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No es depresión, pero hay presión contral el cristal |
Otros describen este descubrimiento en términos muchos más gráficos: es como si los hubieran violado espiritual y psicológicamente. La sensación de violación personal es indescriptible. Yo mismo tuve que comprender que todo el amor y la devoción que sentía por Sun Myung Moon y Hak Ja Han como mis «Padres verdaderos» era por completo unilateral. Yo no les interesaba en absoluto como persona, de lo contrario hubieran intentado ponerse en contacto conmigo para saber por qué me había marchado. En cambio, fui automáticamente tildado de «satánico» y traidor.
Es esencial que los ex miembros acepten y comprendan este dolor y que atraviesen ese período de pena. Al parecer, la mejor manera de ayudarles es demostrarles de qué manera son ahora más fuertes gracias a la experiencia vivida.
Otro problema que se presenta con frecuencia es una tendencia irresistible a continuar dependiendo de otras personas para que les orienten y les digan lo que tienen que hacer. A los miembros se les pide que no piensen y que sean obedientes. Esta forma de dependencia fomenta la disminución de la autoestima y retarda el deseo y la capacidad de desarrollo individual.
Una forma específica que adopta esta dependencia es la dificultad para tomar decisiones. He trabajado con personas que no sabían qué querían para comer, con qué ropas vestirse, qué libro debían leer, qué película ver, o qué debían hacer con respecto a su educación o empleo.
Al estimular la autoestima y la confianza en sí mismo del ex miembro, esta dependencia, por lo general, consigue superarse.
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¿A que parece que floto sobre el agua? |
Margot Sullivan, una estudiante de 19 años de edad, fue reclutada por Lifespring (Manantial de la vida). Uno de los problemas a que tuvo que enfrentarse, después de dejar el grupo, fue escuchar la música que se emitía por la radio, por ejemplo la canción Higher Love interpretada por Steve Winwood, pues le recordaba escenas del entrenamiento en la secta.
Muchas sectas utilizan música en el adoctrinamiento porque constituye un fuerte punto de referencia en la memoria. Este mecanismo de estímulo-respuesta que trae a la mente la imagen retrospectiva o el «flotar» puede constituir un problema muy importante para los ex miembros. El mecanismo se pone en acción cuando el antiguo adepto ve, oye o siente algún estímulo externo o interno que forma parte del proceso de condicionamiento. Este hecho puede llevarlos durante unos momentos a que retrocedan a la identidad de la secta. Durante el primer año después de dejar a los Moonies, cada vez que oía la palabra «moon» pensaba en «Padre» y me veía sentado a los pies de Moon.
Otro ejemplo de este fenómeno me ocurrió más o menos un mes después de dejar la secta. Yo iba en mi automóvil cuando de pronto pensé: «¡Este sería un lugar magnifico para recoger fondos!». Este pensamiento surgió porque, durante los últimos cinco meses de mi pertenencia al grupo, había pasado entre quince y veinte horas diarias conduciendo de un lugar a otro en busca de lugares adecuados para que los adeptos pidieran dinero.
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¿Hay alguien aquí? |
De pronto, se encuentra uno metido en la mentalidad de la secta, y se ve atormentado por una sensación de miedo y de culpa debido a que han traicionado al grupo y a su líder. Usted pierde el control racional y comienza a pensar de una manera mágica. Con esto quiero decir que uno puede interpretar palabras y hechos personales desde la perspectiva de la secta. Por ejemplo, usted no consiguió el empleo «porque Dios quiere que usted vuelva a la secta», o el Jumbo de Aerolíneas Coreanas que realizaba el vuelo 007 fue derribado por los rusos «porque usted dejó a los Moonies».
Si un antiguo adepto comienza a «flotar», lo que debe hacer es, simple pero firmemente, recordarse a sí mismo que esta sensación ha sido puesta en marcha por algún estímulo, y que la superará. Téngalo presente: «flotar» es un subproducto natural por haber estado sometido al control mental. Disminuirá con el transcurso del tiempo, y existen técnicas que se utilizan para ejercer un control sobre el mismo.
La técnica más poderosa y efectiva es conseguir identificar el estímulo. Por ejemplo, podría ser una canción, ver a alguien que se parece a un miembro de la secta, o comportarse de una manera asociada con la forma de ser de un adepto. Cuando usted sepa cuál es el estímulo que hace de detonante, puede provocar deliberadamente el estímulo y esta vez asociarlo con algo diferente. Hágalo una y otra vez hasta que se convierta en una nueva respuesta aprendida.
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Voy a practicar yoga un rato |
Sustituir el «lenguaje cargado» de la secta por el lenguaje real suele acelerar la recuperación total de la persona. Cuando yo conseguí eliminar la jerga de la secta que tenía en la mente, fui capaz de volver a mirar al mundo sin tener que utilizar las «gafas» del grupo. El «lenguaje cargado» de la secta había creado pequeños cubículos en mi mente, y cuando yo era adepto, toda la realidad se filtraba a través de ellos. Cuanto más rápido el ex miembro recupera las palabras y su significado real, más deprisa se recuperará.
El error más común que cometen los ex miembros es decirse a sí mismos que no deben pensar en las palabras de la secta. La mente no sabe cómo no pensar en algo. El lenguaje está estructurado de forma tal que podamos pensar en asociaciones positivas. Por consiguiente, si usted es un ex miembro, haga una nueva asociación, de la manera que he descrito al tratar el problema del «flotar».