Quantcast
Channel: CruxSancta
Viewing all articles
Browse latest Browse all 2510

Traditio symboli (CIV)

$
0
0

 

Kiko: Otro hermano. ¿Tú estabas ciego antes del camino?

Me encanta cuando un hijo de patas negras afirma tajante que en su casa no se ha vivido nunca el cristianismo y que por eso no sabía lo que era la fe.

Z.: Sí. No veía la posibilidad de escapar de mi realidad, de mi cobardía, de la insatisfacción de la vida, aunque no me sintiera pecador, es decir, no tenía una idea clara de lo que era el pecado. Yo culpaba a la gente de lo que yo era. 

Kiko: Es decir, tú veías los pecados de los demás y no veías tus pecados; veías que los otros se portaban mal contigo, que no te querían, etc. Eso es lo que has dicho, ¿no?

Z.: Sí, lo que quería decir es que yo no me sentía pecador. Yo veía que huía, que no tenía alegría, que reaccionaba violentamente cuando la gente no me amaba, cuando me sentía rechazado.

Kiko: Creías que la causa de esto eran los pecados de los demás. ¿Qué más no veías?

Z.: Escribí esto: que me encerré en mí mismo para poder juzgar a los otros. Kiko: ¿Veías el amor de Dios en tu vida?

Z.: Antes no.

Kiko: ¿Cómo ha abierto el Señor tus ojos?

Z.: Veo que el Señor me ha abierto los ojos desde el comienzo de las catequesis, cuando escuché por primera vez que Dios me amaba, que me amaba como yo era. Me sorprendió mucho, porque siempre me había sentido excluido de la vida. Sentía que la gente te ama cuando eres como los demás esperan, si eres lo que esperan de ti. Pero escuché una palabra de amor que me abrió el corazón, es decir, me sentí amado. Esto fue al principio del camino, y durante el camino he visto cómo Dios me ama en mi realidad de cada día.

Kiko: ¿Te ha puesto barro en los ojos?

Z.: Sí, sí, me puso barro en los ojos porque, claro, no me sentía pecador. Me veía violento, con ira y con todo lo que produce el pecado, pero culpaba a los demás. Y ahora me he dado cuenta de que verdaderamente soy así y no puedo culpar a nadie de mis pecados.

Kiko: Naciste ciego, fuiste ciego de nacimiento: la catequesis habla de un hombre ciego de nacimiento. El Señor te ha mostrado, te ha hecho ver tu realidad. ¿Qué realidad te ha mostrado? ¿Quién eres tú? ¿Como eres?

Z.: Me ha hecho ver la realidad de que soy un ególatra, que todo el día pienso en mí mismo. Y que no puedo amar, estoy encerrado en mí mismo y soy incapaz de amar al otro.

¡Mirad como se aman!, dicen. Pero también les enseñan que ellos son incapaces de amar al otro. Así es el Camino, pura contradicción alienante.

Kiko: La Palabra que te anunciamos te ha hecho ver que no tienes en tu interior este tipo de amor, no tienes este amor que es la Verdad, que es la Vida Eterna. Tú no tenías dentro la Vida Eterna y el Señor se ha encargado de mostrártelo a través de la historia, con tu esposa, con el trabajo, durante todo este tiempo, ¿verdad? Y por encima de esta realidad, ¿has experimentado el amor de Dios?

Z.: Sí. He experimentado el amor de Dios en mi vida. Hay momentos concretos en los que he visto, por ejemplo, cómo he podido amar a mi esposa en situaciones... no sé cómo decirlo, en momentos difíciles.

Kiko: ¿Has experimentado que Jesús te ha lavado de estos pecados? ¿Qué Dios te ha perdonado? ¿Y has experimentado que a través de su Espíritu te da el Amor?

Z.: Sí, he experimentado en cosas concretas que he podido amar a los demás.

Kiko: Es decir, has experimentado su Espíritu que te lleva a perder la vida; que te enseña, te está gestando en este amor que se manifiesta en hechos concretos: por ejemplo, que eres capaz de no ir al cine y venir a la comunidad, y si no fuera por el Espíritu del Señor no estarías aquí, ¿no? Que seas capaz de tener un hijo, que seas capaz de perdonar a tu esposa y antes no la hubieras perdonado en ciertas cosas... O sea, podemos decir muchas cosas. Esto se va gestando poco a poco en ti, va creciendo en ti. No hemos alcanzado la madurez de la que se habló en la misa de ayer sobre la caridad, el amor sin límites, el amor que excusa sin límites, que nunca pone barreras, que soporta sin límites, que todo lo perdona, que todo lo soporta, que ama todo: esta es la estatura de Cristo. La caridad es Dios, que Dios sea todo en ti. ¿Hoy vives tu vida en amor el de Dios?

Z.: Sí, lo siento en mi vida.

Kiko: No estás en pecado hoy, ¿no estás cerrado a la voluntad de Dios?

Z.: No. 

Kiko: Es decir, tú no le has dicho a Dios en este momento: "No acepto mi vida", hoy tú estás de acuerdo con lo que Dios te está dando; crees que Dios te ama y lo estás experimentando, y ves que si te vas para otro lado el Señor te corrige y sigue llamándote al camino, y te hace sufrir; te hace experimentar la obediencia por medio del sufrimiento. El Señor debe enseñarnos a obedecer, y cuando tú te has separado de Dios has sufrido, porque esto es fruto del Espíritu; imagina cuánta gente peca y no siente temor de Dios. ¿Tú experimentas esto?

No sé que clase de diosito tiene esta gente, el Dios verdadero no obliga a nadie a permanecer en la Iglesia, ni coacciona por medio del sufrimiento. Y hay que estar muy alienado para confundir coacciones y sufrimientos con muestras del amor de Dios.

Z.: Sí, he sufrido cuando he pecado.

¿No decía que no veía sus pecados? ¿Cómo puede achacar sus padecimientos a lo que no sabía que tenía?

Kiko: ¿Quién dices que es el que te ha curado?

Z.: Jesucristo.

Los pecados no se los ha curado, porque antes ha dicho que no es capaz de amar.

Kiko: ¿Y quién es Jesucristo para ti?

Z.: El que te ama como eres.

Eso, con todos tus pecados a cuestas. Y así, lo mismo que no se sufre por lo que no se conoce, tampoco merece la pena el moralismo de intentar no pecar. ¿Para qué, si diosito que quiere como eres?

Kiko: ¿Estás agradecido a Jesús por el amor que tiene por ti, o tienes un interés profundo que no es exactamente Jesucristo? Es decir, tu realización como persona no está hoy en un ídolo, en algo fuera de Jesús para que le pidas a ese ídolo que te dé la vida porque crees que allí encontrarás la felicidad, si tu esposa te ama mucho, si tienes un trabajo bien remunerado, no sé, complejos, ¿entiendes?

Z.: Siento esta tendencia muchas veces, sí, así lo siento pero me doy cuenta de que Jesucristo viene a decirme que esto es mentira, que no es la verdad.

Kiko: ¿Estás dispuesto a perder la vida predicando el evangelio, dando testimonio de Jesucristo y sufriendo humillación por Él si es necesario?

Z.: Sí.

Kiko: ¿Estás dispuesto a dar testimonio del Señor en el trabajo o por las casas? Porque la palabra "testigo" en griego es lo mismo que la palabra "mártir": "testigo-mártir". Por eso, al final de todo este proceso de la Traditio-Redditio recibirás la palma del martirio, la palma que es el símbolo del Paraíso, que es el símbolo de la Vida Eterna; símbolo de la victoria y al mismo tiempo símbolo de la cruz, la columna vertebral del cristiano que es como una espina de pescado.

Se pasa varios pueblos. La palma para los judíos contemporáneos de Jesús era símbolo de abundancia, para los cristianos simboliza la victoria del espíritu sobre la carne y también la victoria sobre la muerte. Solo el islam relaciona la palma con el paraíso. Y ninguno lo relaciona con la cruz.

¿Cuál es la columna vertebral del cristiano? El TESTIMONIO, las ACCIONES.

Toma ya. Se acabó lo de que lo importante es la fe adulta aunque sigas siendo tan pecador como siempre. Cuando interesa, lo importante es otra cosa.

A partir de este momento del camino solo los que realmente tienen columna vertebral, los que dan testimonio de Cristo... el testimonio de Cristo se da donde está la cruz, porque la cruz tiene que venir a buscaros para que se manifieste en la cruz de tu existencia que Cristo está vivo. Como dice San Pablo: "Llevando en nuestro cuerpo el modo de morir de Jesús", la cruz.

Lo que dice san Pablo es: «Llevamos siempre en el cuerpo por todas partes la muerte de Jesús, para que también la vida de Jesús se manifieste en nuestro cuerpo» (2Cor 4,10).

Alguien puede pensar: "No quiero la cruz, ¡qué horror, qué dislate!"¡No, todo lo contrario! La cruz es la posibilidad que se te da de amar, es donde uno se pierde a sí mismo y donde encuentra al otro. Jesús en la cruz ha abrazado a todos los hombres, hizo el humanismo más total que pueda existir. Se hizo alimento, se hizo pan para todos los hombres, para toda la humanidad.

Eso no lo hizo en la cruz, lo hizo el jueves santo, en la última cena.

Se ha fusionado contigo, conmigo, con todos los hombres, nos ha dado la posibilidad de la trascendencia total.

¿Cómo va la oración? ¿Estás abierto a la vida, a los hijos? ¿Tienes enemigos? ¿Alguien te odia? ¿Compartes tus bienes con los otros?


Viewing all articles
Browse latest Browse all 2510

Latest Images

<script src="https://jsc.adskeeper.com/r/s/rssing.com.1596347.js" async> </script>