(Entrada dedicada a los asiduos visitantes procedentes de Israel)
La maquinaria neocatecumenal se ha puesto en marcha… y permite comprobar que el grueso de los catecúmenos se pasan las directrices de “san” penas de Palomeras por donde les apetece, pues bien que se conectan al ordenador y entran en redes sociales a comentar, aunque sea para hacer comentarios como el siguiente:
Cierto que las fotos en sí, para ser de seminaristas y futuros sacerdotes, no son lo más edificante del universo, pues dan idea de mucha molicie y poco estudio, pero la comentarista deja claro que a ella lo que cada quien haga con su vida no le preocupa, pues preocuparse sería un moralismo ajeno a la praxis del CNC, siempre y cuando no lo suban a internet.
Porque a ella lo que le importa de verdad es la obediencia a rajatabla a las directrices del Camino, lo que ¿casualmente? es un moralismo superlativo, y resulta que según las moralistas directrices recibidas “no se puede colgar en Facebook nada del camino”.
¿Está claro cual es el primer mandamiento del kikismo?