Apocalíptica noticia que no podemos ni queremos mantener oculta.
Que cada quien saque sus propias conclusiones sobre la salud mental de quien va contando por ahí relatos de "conversiones" a miles y de revelaciones rimbombantes.
Y que decir de la sensatez de quienes le siguen el rollo y por ello ocultan la noticia, no sea que, de darle publicidad, haya personas que emitan juicios y criticas no constructivas contra los tiempos de Dios.
Kafkiano, no, lo siguiente.