Gracias a Alejada, se ha tenido noticia en el blog de lo contentos que se han puesto los neocatecumenales por el hecho (concreto) de que el jueves 19 de abril, el Santo Padre tuvo a bien recibir en audiencia al equipo internacional del Camino.
Lo cierto, como se comenta aquí, es que la agenda del Papa en esa concreta mañana del 19 de abril de 2018 no estaba precisamente libre, como puede comprobarse en la web del Vaticano:
Se sabe, porque ha sido publicado, que la última de las audiencias privadas comenzó a las 12:00.
Se sabe también que a las 7:00 el Papa oficia la misa diaria en Santa Marta.
No es desconocido que cuando se trata de audiencias generales, las de los miércoles, las mismas tienen lugar a las 10:30.
Pero es de suponer que el jueves 19 de abril, las audiencias privadas arrancasen antes, tal vez a las 9:00 a.m.
Con el cardenal O’Malley, desde luego, tenía mucho que hablar. Aún se recuerda que, tras su visita pastoral a Chile, el Papa tachó públicamente de “calumnias” las acusaciones de quienes decían ser víctimas de las ansias sexuales del todavía obispo de la diócesis de Osorno, y aseguró que ninguno de ellos se había dirigido a él para denunciar abusos.
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Misa en Santa Marta el 19/04/2018 |
O’Malley confirmó la historia y el Papa, la suya, a saber: que qué carta ni carta. Ahí quedó la cosa.
Luego, tras leer el voluminoso informe de Charles Scicluna, enviado a enterarse del follón chileno, el Papa ha hecho circular una desgarradora carta a los obispos de Chile pidiendo perdón por sus errores en este sentido. El Santo Padre culpa de su errónea actitud al hecho de haber sido mal informado, no se sabe por quién.
También podría hablar con O’Malley del caso Capella, el diplomático vaticano acusado en Estados Unidos de posesión de pornografía infantil. El Vaticano lo sacó del país y, luego, se negó a su extradición, y en libertad estuvo un año, hasta que un tribunal vaticano lo mandó detener.
Es decir, que si la conversación ha podido ser un poco tirante, desde luego no les faltaban temas a tratar. Tal vez por eso la reunión fue a puerta cerrada, sin fotógrafos.
De Louis-Marie Ling Mangkhanekhoun sólo se puede decir que es difícil encontrar más ‘periferia’. En Laos, los católicos son menos del 1% de una población de 6,4 millones de personas, con 20 sacerdotes y 98 religiosos divididos en 218 parroquias.
Quizá Ling le haya pedido a Su Santidad que no ‘negocie’ con el gobierno laosiano como lo está haciendo en China, donde, en palabras del Cardenal Zen, obispo emérito de Hong Kong, Roma está ‘vendiendo’ a los fieles.
Con Doctrina de la Fe siempre hay temas. Pero lo más reciente y de más bulto es el ‘nyet’ pontificio a esa humorada que votó por abrumadora mayoría la Conferencia Episcopal Alemana de dejar comulgar a luteranos.
El Papa ha impuesto en esto la cordura doctrinal, aunque se dice que no le ha gustado nada que su negativa se haya hecho pública. Su irritación es sorprendente: ¿cómo es posible que asista sonriente a la publicación por su ‘amigo’ Scalfari ‘urbi et orbi’ de una herejía puesta en su boca -que no hay infierno y que las almas que se cierran a la gracia simplemente desaparecen- y que le enfade que se sepa que ha afirmado la ortodoxia doctrinal con respecto a la Eucaristía?
Luego estuvo con Matteo Truffelli, presidente de la Acción Católica italiana, que debe ser que viven con normalidad esto de ser recibidos por el Papa, porque, a diferencia de los neohermanos, no ha trascendido que ninguno de ellos haya entrado en éxtasis ante tamaño acontecimiento.
Y, por fin, llegó el turno al más humilde y sensible de todos los convocados. Tan humilde que ha preferido figurar él solo en la nota de la agenda papal, no fuese que los otros tres asistentes (un churro de categoría superior, la sustituta de la representada en el churro y el pésimo "pedor" de todos) le robasen protagonismo.
Y a las 12:00, los benedictinos.
En suma, que debieron de tener el tiempo justo para hacerse la foto y salir por patas.
Me pregunto si consiguieron que el Papa tocase el churro de categoría superior; se aprecia en la foto que no tiene ninguna gana de verlo de cerca.
Por cierto, en su humildad algunos ni siquiera saben como comportarse y como se saluda a un Papa. Y quien quiera comprobarlo, puede buscar en el archivo fotográfico vaticano.