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Primer escrutinio. Apéndice (X)

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«Escuchad, no existe el tipo íntegro, este tipo íntegro da nausea. Gracias a Dios, el Señor siempre te dejará un demonio o 17 demonios o una espina en el costado como a S. Pablo, para destruirte y hacerte ver que verdaderamente eres un pecador y que nunca puedas decir: “¡Lo soy! ¡Lo he alcanzado!” Porque de lo contrario usarías incluso a Jesucristo para hacer un ídolo de ti mismo, para construir un ego aún mayor, para por medio del cristianismo instrumentalizar a tu esposa, a tus hijos y hacer con ellos lo que tú quieras. No. El Cristianismo es todo lo contrario. La encarnación es lo contrario, Jesús se ha hecho pecado, se ha hecho injusticia».

Tengo la impresión de que se está describiendo a sí mismo... y debe de darse nauseas a juzgar por lo que cuenta.
«Platón, 400 años antes de Jesucristo, hizo una profecía en el libro La República: “El justo será quien se haga injusticia, quien tome sobre sí la injusticia por amor al otro”.
Precisamente para que tú, hombre, cargases con la injusticia de tu mujer. Porque si tu mujer no hace lo que quieres… es que en tu casa no se puede vivir… Y lo importante es vivir ¿Qué más da si eres injusto? Jesús se hizo pecado. Murió como un pecador, como un blasfemo y no se resistió al mal. Dijo “yo soy el pecado”».
Afirmación rigurosamente blasfema que desaparece en la siguiente versión del kikotreto.
«Murió como un perro y no dijo nada. Cargó con todos nuestros pecados, amando intensamente. No dijo: “Fijaos que canallas sois todos, que me habéis cargado con todos vuestros pecados, que me habéis matado. ¡Ahora os voy a matar yo a todos, bribones! A partir de nuestro pecado ha traído el perdón y Dios ha manifestado su gloria amándonos a pesar de nuestros pecados y nos da la resurrección, la nueva vida.
Me doy cuenta, hermanos, que os parece un absurdo, porque seguís pensando que se trata de reajustar un poco al hombre de la carne, de cambiarlo un poco. Os parece imposible porque queréis hacer del Evangelio una ley que se puede cumplir con el propio esfuerzo, porque tú eres un cristiano de primera fila, porque además tienes una comunidad que te edifica todavía más».

¿Cómo era eso de "en tu libertad"?
Porque haces el trípode sin escaquearte, porque preparas cuando te toca, porque das el diezmo de la menta y del comino y no eres capaz de apreciar la viga de tu ojo, pero pretendes ver la brizna en el ojo del religioso de misa de 12.
«El Evangelio es todo lo contrario. Es una luz potente que alcanza a toda la humanidad. ¿Qué es esta luz potente? Es la humildad, hermanos, es la humildad y la verdad. El cristiano es quien se da cuenta de que no es mejor que los demás, el que conoce verdaderamente su realidad. Sabe hasta que punto es un egoista, pero no importa porque sabe que en esta realidad Dios lo ama y que Dios lo salvará de esta realidad.
Y que si Dios permite muchas cosas es porque son necesarias, hermanos, porque tu vida no es distinta de la de los demás, sino que el cristiano vive para los otros, en función de los otros. Muchas veces no comprendemos por qué Dios permite las cosas que nos suceden: ¿y cómo comprenderíamos a los demás? Yo recuerdo, cuando vivía en un estudio con un pintor, que había un chico con nosotros que era un mujeriego y era muy comprensivo con todos estos pecados, pero para otras cosas era un fascista terrible. Era muy comprensivo con quien tenía sus mismos pecados, pero en aquello en lo que no pecaba era totalmente intransigente.
Ahora entendéis porque Dios debe darte todos los pecados, para que tú puedas comprender a la gente, porque lo importante, hermanos, no es la ley ni que tú no peques, sino el amor. El Señor quiere liberarnos de la ley, de la afectividad neurótica y nos quiere dar su espíritu (minúscula en el original)».

En cambio, a los cristianos no es que Dios nos dé pecados, es que nos permite no juzgar a quienes pecan, sin necesidad de matar para poder comprender a quien practica abortos, por ejemplo. No así en el kikotismo, que es otra cosa.
«¿Cómo vive la afectividad (mujer, hijos, noviazgo, sesualidad) el hombre rodeado por la muerte, el hombre viejo, el hombre de la carne, el hombre que ha experimentado la muerte óntica? Como un idólatra: pidiendo la vida a los afectos. Bien, pero si verdaderamente el Espíritu de Jesucristo toca el espíritu de este hombre y le convence de que es hijo de Dios y que Dios le ama, también amará verdaderamente a Dios, con un amor inmenso. El amor que busca es el amor de Dios, el Espíritu Santo, y no la afectividad de los demás. La afectividad humana que está desequilibrada, que es función del egoismo, queda destruída. Deja de usar todos los bienes naturales, que son buenos, en función de su Yo, de su egoismo, porque recibe de Dios un nuevo ser.
¡Cómo ama a los hijos! De un modo nuevo. He visto en la comunidad más antigua de Italia, un hombre anciano, que antes del Camino tenía dos hijos y depués ha tenido otros dos, que eran “los hijos de la comunidad”, decía. Aseguraba que estos hijos han sido un don gratuito de Dios: “los siento verdaderamente como hijos de Dios, soy consciente de que soy el administrador de los bienes que Dios me ha dado. Nunca antes había sentido de este modo el amor a los hijos. Antes eran míos, tenían que ser como yo quería y estudiar y tener buenas notas. En resumen, proyecté mi vida, mis ideales en ellos, me buscaba a mí mismo en ellos”.
Si tú sigues pensando que este hombre acechado por la muerte no debe ser destruido, de qué sirve el Bautismo. Por esto el cristianismo abarca atoda la persona humana. Jesucristo habla de tu afectividad, de tu trabajo, de tu dinero, porque el hombre que sale del agua es un hombre nuevo; el Cristianismo no es una religión alienante que no sirve de nada en la vida. Por esta razón mucha gente, muchas mujeres llenan la iglesia y sus maridos no van... y ambos se creen católicos, muchas veces.»

El cristianismo no es una religión alienante, pero el kikianismo es un sistema alienante, no hay más que leer que su objetivo es destruir el yo original de los captados, como si ese yo no hubiese sido creado por Dios, diseñado por Dios, ideado por Dios. 
«Os digo una cosa. Cuando verdaderamente hay un encuentro con Jesucristo, surge una nueva dimensión en nosotros. Sin embargo, muchas veces los hombres perciben que su mujer se aliena con la religión, con la misa: buscamos en la Iglesia un refugio para escapar de lo que tenemos en casa. En el fondo, un egoismo más que el hombre descubre: en definitiva, hermanos, cuando vuestros hijos comienzan a no ver a Jesucristo en ti es porque en vosotros no existe una verdadera conversión, porque cuando se da la conversión los hijos inmediatamente descubren que hay algo que está cambiando. Pero quienes usan la religión para construirse a sí mismos y así dominar mejor a los demás, es todo lo contrario de esto. Además si se presenta como bueno, como perfecto porque va a misa, se da aires de santo y juzga a todos, entonces usa la religión para condenar a los demás, el otro no experimenta ninguna misericordia, no se siente amado por este cristiano, al contrario, se siente denunciado, condenado.
Dice S. Pablo que Jesús se hace pecado, hermanos, por nosotros».
Ya está deformado la Escritura, donde lo que pone es: "A quien no conoció pecado, le hizo pecado por nosotros, para que viniésemos a ser justicia de Dios en él". Es decir, es el Padre quien lo hace, no parece ser una decisión del Hijo.

Feliz año nuevo

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Que María sea la estrella que guíe tus pasos
para que no tropiece tu pie 
y vivas en paz, alegría y amor todos los días

Significado de algunos signos para el Camino Neocatecumenal

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Un lector y colaborador de este blog me hace llegar un correo con algunas cuestiones sobre el significado que se da en el Camino a los “signos” y las posturas de los catecúmenos durante la Santa Misa, que ellos se empeñan en no llamar Misa sino Eucaristía.

Esta es la respuesta a las preguntas planteadas.

Primera postura: palmas hacia arriba (no están maduros en la fe)
Durante el rezo del Padre Nuestro, los catecúmenos adoptan una postura determinada, mejor dicho, dependiendo del paso en que están han de adoptar una de las dos posturas establecidas y no vale ninguna otra, ni vale que quien esté en alguno de los pasos de la Elección adopte la postura 1, ni que quien está en la Tradicio adopte la postura 2, porque en el Camino todo está reglado y sometido a la férrea y moralista ley kikil.

Así que desde que se inicia el Camino hasta el paso del Padre Nuestro, sin incluir este último, la postura obligada que todo catecúmeno debe adoptar para rezar el Padre Nuestro en comunidad es la siguiente: con los brazos doblados ante él y las palmas de las manos hacia arriba, en la postura de quien pide a dos manos.

Y el significado asociado a este “signo” postural es precisamente ese: el catecúmeno se acerca a Dios a pedir, como “signo” de que reconoce que en sus fuerzas no puede ser cristiano, ni puede convertirse, ni amar al otro. Y por eso, porque quiere ser cristiano pero no puede, se lo pide al único que puede otorgarle la Gracia.

¿Hay alguna excepción a esta ley kikil que, como ya se ha comentado, rige desde las kikotesis iniciales hasta llegar al paso del Padre Nuestro?

Postura sacerdotal, sea cual sea su "altura" de camino
Sí, por supuesto. La excepción es una y sólo una: los catecúmenos presbíteros que ofician las misas, digo, las “ukas”, para la comunidad. Porque por más que en otros contextos aseguren que un cura (ergo, un presbi) antes que cura es catecúmeno, cuando ese hermano catecúmeno oficia una “uka” prevalece el  carisma sacerdotal sobre la ley catecúmena y prevalece el canon de la Iglesia sobre los “signos” de la identidad kikil. En consecuencia, el presbítero que oficia, que está representando a Cristo, el mediador, no aporta la postura del que pide, sino la de quien recoge las peticiones de los demás y las suyas propias y las eleva al Padre.

Luego está la segunda postura, que es de obligado cumplimiento desde el paso del Padre Nuestro en adelante. La proximidad entre las sillas de metacrilato obliga a que esta segunda postura se realice de la siguiente forma: con los brazos levantados a ambos lados del cuerpo, los codos doblados y las palmas hacia delante, es decir, la postura típica de “¡Arriba las manos!”.

Pero cuando el kikotista nos explicó la posturita, lo que nos dijo fue que habiendo espacio los brazos debían extenderse a ambos lados del cuerpo, es decir, adoptar la postura que corresponde al sacerdote y sólo al sacerdote.
 
Y el significado que le dio a la pose fue que quienes están en la etapa del Padre
Segunda postura: presentando las palmas y el móvil
Nuestro y más allá ya tienen experiencia personal de la fidelidad de Dios Padre y al reproducir la postura del crucificado lo que se expresa es que esa persona quiere participar del sacrificio redentor de Cristo, ser uno con él y dar la vida por la salvación de la humanidad. En suma, igualito, igualito a lo que hacen los kikotizaditos que cuadripodean por el blog, que van dejando en cada comentario la hiel y el veneno, digo, lo que les brota de dentro.

Hasta aquí la explicación que nos dieron sobre las dos poses reglamentadas y obligatorias para el rezo del Padre Nuestro y el sentido y significado de cada una de ellas.

Luego está la postura, también reglada y obligatoria, durante la consagración. A saber: de pie, sin arrodillarse en ningún momento. Ni tan siquiera cuando el presbítero oficiante lo hace, porque de nuevo se cumple que el presbítero es cura antes que catecúmeno y, en consecuencia, sus gestos son los de un cura, no los de un catecúmeno.

Por supuesto, también intentaron dar una explicación a dicha postura, pero tan absurda que se hunde antes que un castillo de naipes. La explicación es que esos mismos que han de acercarse a Dios a pedir la fe porque carecen de ella, son amiguísimos de Dios, tan amigos, que no sería de recibo rendirle pleitesía y por eso, no se arrodillan, porque ya no son siervos, sino hijos. Ellos, que a la misma vez se reconocen los “pedores”, incapaces de amar al otro, incapaces de hacer el bien porque no está en sus fuerzas… Ya se ha dicho que la explicación no se sostiene.

Aquí sólo se arrodilla el de rojo
Y se cae todavía más cuando resulta que el presbítero es el único que sí se arrodilla, en señal de adoración a Dios, de la misma forma que a María, siendo su madre, se la representa de rodillas ante su hijo, reconociendo en Él a Dios.

Para defenderse de las acusaciones de irreverencia e irrespeto, se introdujo en las comunidades que cuando el sacerdote se arrodilla, la asamblea hiciese una reverencia profunda en señal de respeto. Insuficiente, las reverencias están para los monarcas de esta tierra, a Dios lo que corresponde es el postrarse de hinojos. A cada quien lo suyo.

Otro signo reglamentadísimo en el Camino es el de la palma, que de siempre ha sido signo de victoria sobre el mundo y la carne y que el CNC trivializa, al hacer pasar por “mártires que han derramado su sangre por la evangelización y la conversión del mundo” a todo aquel kikiotizado en grado de “pasado” la Reditio Symboli. Porque en la Iglesia Católica la palma corresponde a quienes físicamente han dado su vida y su sangre por la conversión de otros, pero en el CNC, donde se estima que engañar y hacerse pasar por loca es “virtud heroica”, la palma sólo es un reconocimiento del grado de kikotización adquirido, por el cual el kikokúmeno no dudará, por ejemplo, en entrar en un blog a insultar, maldecir, vilipendiar, difamar… todo en nombre de la supremacía del CNC sobre la Iglesia de los religiosos de misa de 12.

Y aún queda un signo importante, el de las camisas de fuerza, digoooo, el de las vestiduras blancas que reciben los catecúmenos que logran el prodigio de acabar con aprobado el camino que nunca acaba.

La imposición de la túnica es un pseudo-ritual que se lleva a cabo la víspera de Pascua de Resurrección, y son los kikotistas, merced a su discernimiento para conocer las intenciones hasta de las hormigas, los que disponen a quienes revisten de blanco y a quienes no; pues no es que los catecúmenos se revistan por su cuenta, es que de uno en uno son llamados por los kikotistas de visión ultra-sideral que son quienes les meten la túnica por encima. Y tras el primer acto del teatrillo, el segundo: que consiste en ir en fila de a dos en procesión por las calles hasta la catedral, para la vigilia de Pascua con el señor obispo, donde piden ocupar los mejores puestos… No siempre lo consiguen, a mi comunidad le tocó un lateral de la catedral, será que Dios quería decirles algo.

Revestidos para que no se vea lo que hay debajo
 Pero vamos al significado de la túnica blanca que los catecúmenos que ya no lo son (porque han terminado el catecumenado interminable) lucen en cada misa, digo, “uka”, pascual.

Entre los primeros cristianos, los recién bautizados recibían una vestidura blanca como signo de que eran una nueva creación, una criatura nueva, hija de Dios por la fe, con una vida nueva y con un obrar nuevo…

Obviamente esto no es así entre los catecúmenos que ya no lo son porque han terminado la catequización interminable, que no dejan de ser los “pedores” de la tierra, conocedores de todos los pecados, porque de lo contrario no podrían perdonar a quienes cometen tales pecados (véase aquí). En el Camino, la vestidura blanca es el exterior brillante de la copa llena de ponzoña por dentro (Mt 23:26) y dicen que simboliza las buenas obras que los excatecúmenos están llamados a realizar no por sus méritos, sino por gracia de Dios…

Eso dicen y mientras lo dicen no se preocupa ninguno de ellos de limpiar la copa por dentro. ¿Será que tras tantísimos años de catecumenado no se han enterado de nada?

Primer escrutinio. Apéndice (y XI)

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«El cristiano conoce la realidad profunda del pecado, sabe por qué los otros sufren, comprende al pecador, no le juzga. Hay un modo paternalista de ayudar al otro, que en realidad lo que haces es condenarle; suceden con los que dicen: yo soy muy bueno, yo; y tú eres un cretino, un tonto. Cuando hacemos estas cosas, no amamos, denunciamos y condenamos al otro; condenar no es amar, hermanos»

Comunidad ideal en la que nadie se cree más que nadie
Está describiendo lo que se hace en todas las comunidades que conozco... ¿Por qué sucederá en todas ellas? ¿Será porque carecen de amor al otro?

«El amor lo escusa todo, soporta todos, cree todo. Este es el hombre nuevo. Es precisamente este amor, el amor de Dios, el que da la vida a los hombres. Si un hombre no se siente amado, está muerto. Porque el amor es la vida. Dios, que es amor, es la Vida.
¿Conocéis el experimento sobre el lenguaje que hicieron con algunos niños? Durante la última guerra, para saber como nace el mecanismo del lenguaje, que es algo que interesa mucho a los filólogos y a los psicólogos, cogieron a niños pequeños, cuyos padres habían muerto en la guerra. Estos niños fueron muy bien cuidados, bien alimentados, pero no se les decía ni una palabra. Y la gran sorpresa fue que en este hospicio, donde estaba terminantemente prohibido hablar a los niños, empezaron a morirse todos los niños: y esto les iluminó muchísimo. Esto demostró que a través del lenguaje el niño se siente amado y si no siente este amor, la naturaleza desencadena un mecanismo por el cual en un ambiente completamente hostil, donde no hay amor, le conduce a la muerte».
Es obvio que los sordos deben carecer de tal mecanismo, o tal vez el narrador, de credibilidad perfectamente descriptible, falsea el cruel experimento.
«Porque al decirle “ajoooo, nene”, etc. El niño no entiende nada, pero se da cuenta de que hay un otro, alguien fuera de él, alguien que le ama.
Sin amor no podemos vivir. ¿Qué es lo que nos regenera? Sentirnos amados por Dios gratuitamente cuando éramos pecadores. ¿Qué es lo que nos ha reurotizado? El amor egoista de nuestros padres, que no nos han amado cuando actuábamos mal, sino que se han amado a sí mismos en nosotros, que nos han hecho violencia para que no tuviésemos defectos, porque nuestros defectos les destruían a ellos. Por eso el padre cogía un bastón y pam, pam, para que tú no me destruyas, hijo, y no destruyas a los demás. Este hombre de la carne nunca ha conocido a nadie que tenga misericordia de sus pecados, a nadie«.

Parece estar describiendo el origen de sus problemas psíquicos.
«Nadie le ha amado como es, por sí mismo, le han amado siempre por interés. El mundo está lleno de gente destruida porque no ha sido amada gratuitamente, sin exigencias».
Los primeros que ponen condiciones para amar al otro son los kikos: su doctrina es que si el otro no cuenta toda su vida, con todo lujo de pelos y señales, ellos no pueden ni empezar a amarle.
«El amor gratuito, hermanos, es la cura de la humanidad, esto es lo que cura al hombre, lo cura de todas sus neurosis, lo cura de todas sus enfermedades. El amor, el amor de Dios transformará el mundo.
El mundo está saturado de egoismo, es un desierto, un desierto árido y el agua viva que fluye del costado abierto de Cristo es la Iglesia. La Iglesia está aquí para daros este agua, esta nueva vida, que es el anor gratuito de Dios que se hizo pecado por nosotros.
Debido a que nadie nos ha amado gratuitamente, nosotros pensamos según el esquema de la religiosidad natural, que Dios nos ama sólo cuando nos esforzamos, cuando nos sacificamos, entonces sí que Dios está contento con nosotros, cuando nos esforzamos, cuando nos sacrificamos por el otro, aunque sigamos siendo un poco malvados. Es muy fácil amar al amigo, que cuando le pides que te eche una mano viene siempre, que siempre te da algo. Es muy fácil amarle, porque no le amo a él, me amo a mí mismo. Pero cuando no vale nada, cuando este señor es inútil, cuando tiene 75 años o arterioesclerosis, entonces ¿sabéis que sucede? Que la esposa del hijo comienza a decir: “Estoy hasta la coronilla de tu padre. ¿Por qué no se ocupan un poco de él tus hermanos?  ¡Qué se lo lleven una temporada! Y si no quieren, le buscamos un asilo”.»
No falla, en los cuentos del Camino el personaje malvado siempre es mujer. Por eso se hacen acreedoras de feminicidios. Cuando resulta que el inocente hijo NO se está ocupando de su padre, sino que carga su responsabilidad sobre las espaldas de la mujer.
«Entonces tú tratas de convencer a tu padre y a ti mismo diciendo: “te cuidarán mucho mejor, lo hacemos por tu bien porque te queremos, papaito”. ¡Ah! Le han puesto en medio, todo le aman muchísimo, mucho. Y todo el mundo está convencido de que ama a los demás. Todos decimos: “amo a mis hijos”, ¡claro que les amo, claro que les trato bien! Pero basta que tu hijo te decepcione... Esta es la alienación grave que tenemos, hermanos.
Así que lo primero que quiere Jesús es iluminar nuestra realidad de pecado, nuestra situación de hombre de la carne, vendido al poder del pecado, que no puede amar, que siente su impotencia, que no tiende la mano al enemigo, al otro, cuando el otro es diferente no puede amarle, al otro, al enemigo. ¿Quién es el otro? El que es diferente a mí, porque lo que es distinto de mí me destruye, me mata y me doy cuenta de que no puedo amar al otro cuando me mata, porque tengo miedo a la muerte. Entonces que creo que estoy amando al otro cuando en realidad me estoy buscando a mí mismo,  me estoy construyendo a mí mismo.
Tu te enamoras de una joven porque es bella, porque tiene un bonito cuerpo y porque te construyes, claro, porque tú necesitas una mujer y la has idealizado, te casa con ella y comenzáis a convivir y después de 15 días ¡madre mía! ¡qué lío, que sufrimiento! Cómo se puede soportar esto, resulta que ella es completamente distinta a ti. Tiene una cara que es completamente insoportable, no se puede soportar. Agarras la puerta de casa y te largas durante tres días, porque estás destruido por dentro, es tremendo ¡Cuanto sufrimiento! Y no digamos ella, que ha vivido esta violencia y se ha sentido destruida, no amada... Así no se puede seguir, si lo hace una vez más, se acabó... Entonces, cuando el marido regresa no le habla, ¡siete días! Hasta que él explota. Estas dos violencias son tan fuertes, tan terribles, les destruye tanto, que hacen la paz ¡Qué felicidad! Han superado el primer obstáculo. Pero a partir de entonces, por miedo, por temor a que esta bomba explote de nuevo, comienzan a hacer concesiones, conviven por cobardía. Hasta que llega el momento en que no pueden resistir más, no han aprendido a convivir.
¿Comprendéis lo que estoy diciendo?  ¿Lo habéis experimentado?  Bien, ahora podemos entender porque, después de haber hablado de odiar, Jesús dice: quien no toma su cruz y me sigue... No te preocupes si mañana, cuando veas el defecto de tu mujer o de tu marido o de tus hijos o de quien sea, algo en lo que ves a tu enemigo, aunque te hayas propuesto amarles con sus defectos, no puedes soportarlo. La Iglesia te da gratuitamente la Vida eterna. Tener la Vida eterna es descubrir que, sin esfuerzo, tú comienzas a aceptar los defectos de tu marido, de tu mujer, que hay una relación nueva.
Por esta razón, el matrimonio cristiano es indisoluble, porque nada lo puede destruir, salvo la muerte. Pero no sólo el matrimonio cristiano, todo el amor cristiano. ¿Cómo se podrían separar si el Cristianismo nos da un amor que ama al enemigo y se deja matar por el pecado del hermano? Esto parece una utopía, porque estáis pensando que tenéis que hacerlo vosotros mismos: en vuestras fuerzas es imposible, hermanos.»

Cuidado con las trampas dialécticas kikiles. Una cosa es que el matrimonio cristiano sea indisoluble y otra cosa es la separación. Por eso la Iglesia permite la separación en ciertas circustancias, como también en ciertas circunstancias reconoce la invalidez de eso que nunca fue un matrimonio.
«Cristo nos dice que “hay que nacer de lo alto”, tenemos que nacer de nuevo. Pero no nacerás de nuevo si sigues amando esta vida que tienes y estos afectos y esta forma de amor que tienes, si les amas y no les odias. Pero, ¿cómo podrás odiar todo lo que tienes si no amas a Jesucristo?
Claro, ahora no lo podéis entender. Es necesario nacer de lo alto, dice Jesús a Nicodemo. ¡Tienes que volver a nacer! Quien no nace del Agua y del Espíritu Santo no puede entrar en el Reino de Dios. Todo el catecumenado se basa en este punto. Aquí se te dará la vida de Dios, para que hagas obras de justicia y ames. No con un amor que te haga perfeccionarte, no. Sino que salvará a la humanidad». 

Nueva trampa: porque nadie puede dar de lo que no tiene. Y la promesa no pertenece ni al catecumenado ni a persona concreta alguna, pertenece a la Iglesia que es Cuertpo de Cristo y se materializa en las parroquias.

«La humanidad que casi está llegando al caos, que está enferma, vendida al ídolo del dinero. Familias destruidas, males terribles asolan a la humanidad. Jesús envía a su Iglesia como “sal”, como “levadura”. No es cuestión de tener mucha gente en la parroquia. Bastan unos pocos cristianos. Los cristianos son el mismo Cristo. Dice Jesús: “quien a vosotros acoge, me acoge a mí”. Por esto los cristianos, no sé si lo sabéis, celebran una cosa que se llama “Eucaristía”.»
¡No! ¿En serio? ¿Los cristianos celebran “una cosa” que se llama Eucaristía? ¿Eso es el respeto debido a un Sacramento?
«Los cristianos celebran una fiesta que se llama Misa. Eucaristía, en la que comemos el Cuerpo de Jesús y bebemos su Sangre, de forma que en nosotros ya no esté nuestro cuerpo, sino el cuerpo de Cristo, y nuestra sangre sea la sangre de Cristo. Por esto, cuando se mata a un cristiano, completamos en nuestro cuerpo lo que le falta a la Pasión de Jesucristo. Porque somos Cristo mismo.
Bueno, hermanos, la tercera pregunta la responderemos esta noche con una liturgia sobre el dinero, sobre la riqueza, que es muy importante.»

No existe una liturgia sobre el dinero ni sobre las riquezas. Sencillamente. Porque la liturgia pertenece a la Iglesia y en la Iglesia no hay tal cosa, así que cualquier fandango que se inventen en Kikónides, podrá ser un fandago, un fado, un carnaval o, por descontado, un bodrio, pero no una liturgia.
 
Los miembros del jurado, a la izda, de espaldas. Los demás son los "hablantes"
«Esta noche todos tendréis que hablar y decir lo que pensáis de todo esto que estáis escuchando y de la palabra que escucharéis.»

Y el que no quiera hablar, que se prepare, para que entienda por donde se pasan el libre albedrío y el fuero interno unos que se llaman kikotistas.

«Una palabra maravillosa sobre la riqueza. La haremos en un ambiente litúrgico, será breve, será una celebración de la palabra con 4 lecturas y después diréis si estáis dispuesto a acoger lo que dice esta palabra. Estamos empezando a hablar con fuerza, pero estad alegres porque lo que se os promete es destruir la porquería del hombre viejo, para daros un hombre nuevo.»

Si es que Dios lo hizo todo mal, no dio ni una creando a los hombres a su imagen y semejanza, por eso tiene que venir otro a deformar lo que Dios creó.
  

"Kikosíntesis" lesson two -The fatal day- . (del diario de Kristy Konnors) (II)

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  Y siguiendo....
                                      12 de enero de 2069 (En la gruta)




La Kikotina: Adicción descontrolada - Apartado 1, y siguiendo)


¿Nos vas a obedecer?


(observando desde prudente distancia, seguimos con aquella "ciklokitosis explosiva",,, que tuvo su génesis en el EsKruticinido Zero...)

................ He preguntado a tu komunidad y a ti, lo que ya debéis saber todos, que los que tenemos gracia de estado para discernir vuestra historia, somos vuestros kikotistas, somos profetas para vosotros, enviados por el obispo, de parte de la Iglesia, y en Nombre de Jesucristo. 

Lo que pasa, hermano querido, es que vemos que no has escuchado la palabra que te hemos dado gratis. Hemos dado la vida a chorros para que podáis entrar en la historia que Dios quiere hacer con vosotros, para que no viváis alienados, como los paganos, como los religiosos naturales que van a Misa, sin enterarse de nada.

Asín qué:

Bueno, bueno ¿ Cómo llevas tu historia con la familia, con tus padres, tus amigos, tus compañeros de trabajo, etc?


  -Hombre, pues bien, Ningún problema al respecto.

¿Eh? ¿Eso cómo va a ser? ¿Qué clase de cristiano estás tú hecho? ¿De qué te ha servido escuchar la palabra?

  -Ahora sí que me he perdio ¿Qué palabra?..

"Pos cuala vaser"! La de:  "Que quien no odia a su padre y as u madre....."

  -Es que yo no odio a mis padres, ni que yo sepa a nadie...

A ver, que esto tampoco parece que lo hayas entendido. Resulta que no se trata de odiar al modo humano, sino como dice el Evangelio. No lo decimos nosotros.  Ésto es serio...

 -Pues sí que lo será, pero como que no lo capto.

De verdad que si estáis todos igual os vamos a mandar a toda la komunidad a hacer las kikotesis otra vez, y mira que no ha pasado nunca en el kamino tal kosa.  Por vuestro bien lo decimos. 
Mira, querido hermano -aunque ya ni sé si llamarte así te lo merezcas-  resulta que el Señor te ha elegido a ti, no a tu cuñao el mecániko, ni a tu vecina la del noveno B, (que no ve no ve) Venga! Reír tos, que ahora toka, .... eso, eso, ya vais entrando en obediencia.
Pues te ha elegido para una misión, para salvar a ésta generación, pero tú, parece que estás en otras cosas, y no te enteras que el kamino es serio, ésto no es ninguna broma. La fe adulta a la que te estamos llamando, no podemos hacerlo de golpe, esto es un itinerario que la Iglesia siempre tuvo, y que estamos redescubriendo en el kamino, para que se geste en vosotros una criatura nueva, para que se pueda gestar en ti, a Cristo. Ya os hemos anunciado que somos como los ginecólogos de la komunidad, y según veamos en vosotros como acogéis la palabra que os damos, gratis, sabremos discernir si se está dando un embarazo correcto, o va camino de un desastre...
A nosotros, humanamente nos importáis una mierda, aquí estamos para otra cosa, para llevaros al conocimiento, primero de vosotros mismos, de vuestra realidad de pekadores, que no os preguntamos como un examen, ni os decimos la verdad de vuestra historia para otra cosa que no sea sacaros del engaño del maligno. Nosotros ya tenemos nuestra komunidad y nuestros katekistas, a los cuales obedecemos crucificando nuestra razón, y como hemos visto que esto ha sido bueno, pues aquí estamos, dando la vida por la evangelización, que si fuera por mi, me quedaba en el sofá de mi casa, viendo tv, o tocándome los leresles. Pero no, sabemos que lo que está en juego es vuestra salvación, que está en relación a la salvación de ésta generación ¿O creéis que no somos unos burgueses como vosotros?...

Bien, mira, lo que pasa es que la pregunta es sencilla. Gracias al kamino ¿ Has podido comprobar en tu vida que te conviene odiar a tu padre, y a tu madre, y hasta tu propia vida? ¿Has puesto en práctica ésta palabra que te dio la Iglesia en el primer estropicio?

  -Yo lo que he visto es que el Señor dice: "Honrarás a tu padre y a tu madre..." Y claro, me pasa que si veo que tienen algún problema, pues me voy con ellos...

Quieto parao! Pues claro que has de honrar a tus padres. aquí de lo que se trata es de si pones por delante del Señor tus afectos.

 -¿Por delante del Señor? Me lo explique

Qué torpe eres, hermano, pero que torpe. Amos a ver: si en este tiempo de kamino, que es muy poco todavía, en las pruebas que la historia te ha puesto ¿Cómo has respondido? Te explico un hecho concreto, porque tus katekistas vimos que no asistías a la Euka,  un tiempo grande, estábamos preocupados por tu fe, porque no te estabas nutriendo, así que preguntamos a algunos hermanos que si sabían de ti. Y nos dijeron que estabas ayudando en casa de tus padres por causa de una enfermedad. También nos comentaron que no preparabas por la misma razón, y apenas asistías a las celebraciones y convivencias... ¿Qué me dices al respecto?

 -Hombre, es que cómo voy a dejar de lado a mis padres en la situación delicada, en la tribulación, no puedo, ni quiero, son mis mayores. Y eso es bueno ¿No?

Ni bueno ni malo, eso no puede ser, porque si en lugar de ir donde el Señor te ha llamado, a causa de los afectos te pierdes la palabra, dejas de estar con los hermanos, y no kaminas, pues te perderás... y todo, porque no has acogido ésta katekesis que os dimos en el primer eskruticio, de "Quien no odia a su padre y a su madre..."¿Es que no entiendes eso de: "No es digno de mi".

-Claro que lo entiendo, lo que no entiendo es como Dios me va a pedir que esté celebrando con la komunidad cuando me necesita mi familia.

Aquí está el punto, hermano, es que el Señor dice: "éstos son mi madre, y mis hermanos". Y para ti, ya te lo digo yo mismo, que soy tu katekista, Dios ha querido que tu madre y tus hermanos sean la Komunidad, que es donde el Señor te ha puesto, porque Él es quien está en ella, donde te dará de su Espíritu, Es más, en tu komunidad se podrá dar el amor y la unidad, no como en tus relaciones afectivas de fuera, que todo será interés e hipocresía.

 -Es que yo amo a mis padres.

Y dale con la perra! Serás necio! -mi mamá me ama, mi mamá me mima, yo amo a mi mamá- ¡Pero qué bobo eres! Todo eso son cuentos chinos, Tú no amas, no sabes, no puedes,  estás incapacitado para amar, por el miedo que le tienes a la muerte. Engañado por el maligno, que te tiene cogido por los afectos, te crees que amas, pero es mentira. Algo querrás cuando vas buscando en la familia en vez de buscar en donde está la vida. Estás muerto, hermano, estás muerto. Por los afectos, porque eres un afectivo!
Lo que te pasa es que necesitas que te amen a ti, por tu egoísmo, por eso vas y haces esas cosas, por eso eres preso de los afectos. Esclavo del maligno.

--Cajones! Pos no lo había visto así.

Tú ¿Qué vas a ver tú? Si estás más ciego que una curiana, Eres una cochineta, te enroscas y no dejas que te rescatemos, no dejas que el Señor te muestre su amor en la komunidad. Un amor que no conoce el mundo.
Te lo vamos a decir seriamente ¿Vas a dejar de hacer bobadas, y vas a kaminar en serio?

 - Me lo pensaré.

No hay nada que pensar, te invitamos a que elijas, porque hay una puerta que se abre para ti, o te la cerramos en las narices. O te tomas el kamino en serio, o te vas de la komunidad, afuera, al llanto y rechinar de dientes.

 -Hombre, visto así, mejor me quedo.

¿Dónde?

 -En la komunidad, klaro. Porque el panorama que me pintas es de miedo.

¿Ves? En tu libertad has elegido bien. Pero no te creas que no vamos a preocuparnos por tu salvación. Así que seguiremos viendo si kaminas, o no. Porque nos tomamos muy en serio tu fe. Que dar la vida a chorros no es ninguna tontería. No estamos hablando de misitas y religiosidades naturales, estamos llamándoos a una cosa muy importante, la fe, una fe adulta.

Y hablando un poco de lo mismo, nos han dicho que tu hermano se ha juntado con una por lo civil, en el ayuntamiento. Y que fuiste a esa celebración pagana ¿Es eso cierto?

- Claro, estaba muy contento porque aunque no quieren saber nada de la Iglesia, al menos el que mi familia podamos darles una palabra de vez en cuando, algo de lo que vivimos aquí en el kamino, les pueda servir para que se lo piensen mejor.

De eso nada, monada! Es bastante que os vean a vosotros vivir de otra manera, vivir la vida buena que el Señor os está regalando en la komunidad. No esa vida chata, esa vida de perdición, de paganos, que ellos, en su libertad han elegido. Así que te dejas de tonterías, y de poner en riesgo la fe tus hijos, y la de tu matrimonio. -que ahora después hablaremos- Entonces, tus katekistas, te invitamos seriamente a no verte más con esa gente pagana, mundana.

 - ¿Tampoco? ¿Entonces cómo tendrán oportunidad de ver otra forma de vida?

Ya te he dicho que tienen bastante con veros vivir bien, en una familia ordenada, que tiene una komunidad que os acoge, os ama de verdad, y os pone en la verdad. Veras, hermano, que no es que los juzgues, tienes que rezar por ellos, tenéis que rezar mucho por ellos, pero nada más. Ni se te ocurra pensar que se pueden convertir por tus fuerzas, por tus puños. Tú, kamina. Y preocúpate de la fe de los tuyos, y ya el Señor sabrá cómo y de qué manera eso ayudará a tu hermano y esa con la que está.

 -Total, que no hago nada bien.

Tienes una suerte, y es que te estamos hablando la verdad, sin ñoñerías, sin bobadas. Éste paso del Señor por tu vida es fantástico, hermano, mira la de engaños que tienes dentro, y te estamos sacando fuera, para curarte, para sanar toda esa podredumbre que te está perdiendo. Éste paso te rescata de esas muertes, porque estás muerto totalmente, pero el Señor te está llamando fuertemente a la vida. Nosotros, siervos inútiles, te vamos a guiar por el sendero de la vida. Y si nos obedeces todo irá bien, tú tranquilo. Que lo qu eno ves ahora, lo verás más adelante, no te dejes robar la fe.
+++++

Estábamos flipando en colores todo el equipo de la UKU (Universidad de  Kansados Unidos) nos mirábamos estupefactos, Los sujetos que voluntariamente se habían prestado al experimento (E.Z), merced a unas considerables sobredosis de kikotina reconcentrada, se comportaban fotocopiados integrales. Era evidente que las dosis elegidas para unos y otros, daban los dispares resultados que podíamos observar con claridad meridiana.
Dejaré el resumen apuntado, para futuras revisiones:

Al sujeto que hacía las veces de kikotista responsable le administramos primeramente: kikotina 666 mg auditivos. 
Seguidamente, 72 grs, versión Kantos,
 Y para terminar: 777 K  versión anuncio, y transmisión.

Al sujeto sujetado a la silla trilladora, tan sólo le suministramos: 666 mg auditivos.

Al igual que a casi todos los que denominamos "Asamblea". De los que escogimos algunos para aumentar las dosis en ellos. Pudimos comprobar que el citado aumento de la sustancia provocaba en éstos, el que delataran, e incluso inventaran, situaciones que ponían en peligro de ser eskruticiados  salvajemente, a los que menos dosis habían sufrido.

Bueno, después de éste pequeño descanso, debo proseguir la marcha, en estos tiempos oskuros, es peligroso detenerse mucho tiempo en el mismo lugar, más aún, si se está cerca de algún centro neocat, como es el caso. Y ya se oyen las guitarras con esas voces guturales de las fotocopias proselitistas.... cerca de aquí...

¡Sayonara, Babys!

          

Significado de algunos signos para el Camino (y II)

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Retomando el tema de los signos que corresponden a los catecúmenos en función de su altura de Camino, es decir de su “estatura en la fe” (en la fe kika, claro), se veía el otro día que el primer signo que se enseña y que se practica es el de la posturita de las manos tanto en el rezo del Padre Nuestro como en las preces.
Uno que es catecúmeno antes que sacerdote
Es notorio también que la postura en cuestión suele ir acompañado de un discurso aprendido y preestablecido por las férreas normas kikiles. A saber: al catecúmeno que está en la inmadurez de quienes han de adoptar la postura del limosnero, corresponde arrancar su petición particular de esta guisa: “Yo te pido, Padre, por tal, por cual y por lo de más allá”. Es decir, directo al grano, todo ello con cara de gran concentración, con la cabeza baja, con los ojos fijos en las manos pedigüeñas...
 
En cambio el catecúmeno cercano a la adultez que ya se dirige a Dios con las manos alzadas como si ofreciese algo, pide con la cabeza levantada, con voz potente, con poderío, y su discurso suele ser: “Yo te alabo y te bendigo, Padre bueno, porque tienes misericordia de mí y me mantienes en el Camino, porque eres fiel y me cuidas todos los días, porque no levantas tu mano de mi cabeza”. Y a continuación, tras las loas aprendidas de memoria (todos repiten lo mismo), es cuando retoman exactamente lo mismo que dicen los pequeños en el camino, es decir: “Yo te pido, Padre Santo, por tal, por cual y por lo de más allá”.
 
Así que a cada signo con las manitas corresponde una forma de armar los discursos, para dar idea del grado de k-conversión de cada quien.
 
Luego se comentó el significado que se le da a la palma del domingo de Ramos, que sólo pueden portar quienes han pasado el paso de la Redditio. A los demás, es decir, quienes están por debajo de ese paso, se les deja ir de comparsas, con ramitos de olivo, pero no pueden llevar palma. Está terminantemente prohibido, porque aún no se han hecho “merecedores” de la misma.
 
¿Y qué se hace con los ramitos de olivo y, sobre todo, con las palmas? Pues lo primero es lucirlas por las calles en una procesión. En las parroquias donde el párroco es catecúmeno antes que párroco, esa procesión es la de la parroquia y en ella todo el protagonismo es para los catecúmenos: los primeros puestos son de los catecúmenos (los siguientes, también), los cantos son de Kiko, la cruz procesional es de Kiko, etc.
 
En parroquias donde el párroco es uno de esos clericalistas hostigadores que pretende poner los intereses de sus feligreses por delante de las ocurrencias de unos que ni siquiera pertenecen a la parroquia y solo van a la misma a las cosas del CNC, lo usual es que el CNC se monte una procesión al margen de la parroquia, sólo ellos y sólo para ellos (ver aquí), peeeeero….
 
Pero al terminar la procesión entran a canto “pelao” en el templo de todos y así, una vez al año, se suman a la misa de los religiosos naturales, para hacerles ver sus palmas.Y terminada la misa de los religiosos naturales (y el posterior desayuno sólo para los de la comunidad, que se organiza), las palmas se llevan a casa. Las estrictas normas del CNC dicen que la plama debe pasarse todo el año en el balcón o la terraza, para que sea vista por todos y sea signo de que en esa casa "habita un cristiano". 
 
Por último se trató el temita de la sábana, digo, de la túnica blanca de quienes han lavado y blanqueado sus vestiduras en la sangre del cordero. Bien, en realidad no es así, sus vestiduras siguen siendo las mismas y su catadura también; sólo que las vestiduras las tapan bajo una túnica larga, la catadura, en cambio, no la pueden ocultar.
 
Postura requerida por la "dignidad" de la túnica
El caso es que cuando a mi comunidad le llegó la imposición de las túnicas, el catequista (en esta ocasión fue la esposa la que mayormente llevó la voz cantante, es decir, la que soltó más “paridas”) explicó que “la túnica tiene una dignidad” (¡ahí queda eso!), por lo que una vez revestido con ella no te podías sentar de cualquier modo en la silla de metacrilato ni podías caminar de cualquier manera, “por la dignidad de la túnica”, por no mancillarla, ni despreciarla, que es algo muy malo y muy perverso a los ojos de los kikotistas.
 
Así pues, a la hora de caminar, el tunicado debe caminar mirando al frente, la espalda recta, los pasos ni muy lentos ni muy rápidos, y las manitas juntas a la altura del pecho.
 
Y estando sentados, “la dignidad de la túnica”, requería mantenerse igualmente con la cabeza erguida, la espalda recta y las manos descansando sobre las rodillas.
Así que no debe tener la menor importancia la postura que se adopte durante la consagración, pero mucho ojito con no cuidar la postura cuando uno va tunicado, porque lo importante es la túnica de marras… en el kikismo, claro.
Los de la derecha, suspendidos
Y cuando una pensaba que ya no podía haber nada más absurdo, llegó la primera ‘uka’ pascual, con sus cantos sólo para tunicados, su procesión de entrada en la que sólo participan los tunicados… y su barreño de leche con miel.
 
Bueno, no es un barreño si no un copón con la misma forma del copón que se usa para el vino, sólo que de vidrio o de metacrilato, no sabría decirlo. Y este copón transparente lleno de leche caliente endulzada con miel es, para el CNC, otro “signo”, signo de la fidelidad de Dios, que ha conducido a “su pueblo”, es decir, a los tunicaditos, hasta hacerles propietarios de una tierra que mana leche y miel.
 
Es decir, teóricamente Dios les ha dado la victoria sobre los siete pueblos que ocupaban la tierra prometida, o lo que es lo mismo, sobre los siete pecados capitales, y precisamente porque los han vencido es por lo que pueden degustar la leche con miel. La realidad, la pertinaz realidad, es que las siete naciones siguen dominándoles a ellos, no hay más que escuchar sus ecos para saberlo. Eso sin insistir en que el chupito lácteo al final de la ‘uka’ es un abuso litúrgico (uno más).

Postura de reposo
El caso es que la degustación del chupito también tiene su ritual. Como ya se ha comentado, el catecúmeno tunicado cuando está sentado debe permanecer estático, la vista al frente y las manos sobre las flexionadas rodillas; entonces se planta delante el presbítero con el copón de leche, se miran a los ojos, el tunicado levanta las manos y las junta ante el pecho. Y entonces el presbítero le suelta lo siguiente: "Gustad y ved que bueno es el Señor". Y el tunicado, impertérrito, en lugar de caerse al suelo de la risa, debe responder: "Dichoso el que se acoge a Él". Y sólo entonces separa las manos para recibir el copón y degustarlo. Y después de devolverlo debe recuperar la postura "de reposo", con las manos en las rodillas, porque la "dignidad de la túnica", que por lo visto no se pierde con la ronda de chupitos ni con la sardana que interpretan a continuación, en cambio quedaría menoscabada si no vuelve a adoptar esa pose tras la ingesta.
 
Y he dejado para el final el tema de los “kikirikantos”. Los cantos del Camino no son en sí mismos signo de otra cosa que de sumisión total: Kiko dice que no se puede cantar nada más, sólo sus cantos y sus huestes obedecen, porque siguen disciplinadamente a Kiko.
 
Bailando y cantando, sin que la túnica pierda la "dignidad"
Pero hay una realidad incuestionable: en el Camino la idolatría llega a tal extremo que no se busca para salmistas a quienes cantan mejor, sino a quienes mejor imitan la forma de cantar de Kiko, su pose, su ademán, su tono e incluso sus gallos. Está prohibido introducir variaciones, está mal visto no dar el tono kikil, se censura a quienes lo hacen mejor que Kiko, porque no se trata de ser buenos, sino de ser fotocopias kikas. Y Kiko, francamente, no es bueno ni pintando ni cantando.

Cuando yo entré en el Camino, los responsables de salmistas eran un matrimonio cuyas voces destacaban por su potencia y su tono desabrido; él no sabía cantar si gritar; ella tenía una voz sencillamente desagradable, chillona, de pito. Pues ellos eran los que enseñaban a kikirikantar a todos los demás, porque se ajustaban en todo a los desangelados acordes kikiles sin cambiar nada.

Y eso es lo único que importa para ser salmista en el Camino.

La música del Camino no es ni puede ser litúrgica

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Recientemente, Kiko Arguello, que es un tipo tan sensible que cuando se disgusta contra su prójimo no puede dormir, ha declarado que su pretensión de ser tenido por compositor musical es en realidad parte de un gran servicio que presta a la humanidad, para acercar a los pueblos por medio de la música y bla bla bla...

Para intentar aclararle un poco las ideas a tan humilde personsaje, antes de que le dé por intentar cambiar la música oficial de la Iglesia, del mismo modi que le dio por cambiar -para mal- la estética de las parroquias, conviene hacerle saber que sus sones jamás podrán ser tenidos por liturgia viva, bueno, ni viva ni amojamada. Pero mejor que lo cuente alguien que sabe más del tema.

¡Que no falte el arpa!
En palabras del sacerdote Luis Rueda, que dirige la delegación de liturgia en la catedral de Sevilla, hay que distinguir entre música religiosa, música propiamente sagrada y composiciones que son directamente música litúrgica. 

Podrá componerse una ópera sobre tema religioso y, en nuestro entorno, se entenderá que una marcha de Semana Santa es religiosa porque acompaña a una imagen del Señor o la Virgen en una procesión, pero no es música sagrada, ni menos aún litúrgica, simplemente, es música de temática religiosa.

La música litúrgica es la que se adapta a cada momento de  la celebración, está en función del lugar que ocupa en la celebración “y, por tanto, la gente debería entender que no todas las músicas, por muy bonitas y rica en matices que sean, valen para una boda”, subraya Rueda.

En la categoría de música de temática religiosa se encuadran las composiciones que machaconamente tocan y entonan en las reuniones del CNC. Para comprobarlo, lo mejor es recurrir a las definiciones que proporciona la Iglesia, pues los documentos eclesiales no son secretos, sino públicos:

La definición de Música religiosa se encuentra en la Instrucción de la Sagrada Congregación de Ritos De musica sacra et sacraliturgia (1958): «Música religiosa es cualquier música que, ya sea por la intención del compositor o por el tema y el propósito de la composición, es capaz de excitar sentimientos piadosos y religiosos […] no está habilitada para el culto divino, tiene una índole más bien libre, y no está admitida en las acciones litúrgicas.» (n. 10). 

Tampoco puede faltar el bombo
Posteriormente, la Instrucción de la Congregación para el Culto Divino sobre los Conciertos en las iglesias (1987) matiza lo anterior y dice que la música religiosa es «la que se inspira en un texto de la Sagrada Escritura, o en la Liturgia, o que se refiere a Dios, a la Santísima Virgen María, a los Santos o a la Iglesia.» (n. 9). Su utilidad consiste en «crear en las iglesias un ambiente de belleza y de meditación que ayude y favorezca una disponibilidad hacia los valores del espíritu, incluso entre aquellos que están alejados de la Iglesia.». Por lo tanto «pueden tener su propio lugar en la iglesia, pero fuera de las celebraciones litúrgicas.» (ib.).


«Se entiende por Música Sagrada aquélla que, creada para la celebración del culto divino, posee las cualidades de santidad y bondad de formas.» (MS 4a). «Por consiguiente, la música sagrada debe tener en grado eminente las cualidades propias de la liturgia, y precisamente la santidad y la bondad de las formas, de donde nace, espontáneo, otro carácter suyo: la universalidad.Debe ser santa y, por lo tanto, excluir todo lo profano, y no sólo en sí misma, sino en el modo en que se ejecuta. Debe ser arte verdadero, porque no es posible de otro modo que tenga sobre el ánimo de los oyentes el efecto que la Iglesia desea lograr al usar en su liturgia el arte de los sonidos. A la vez debe ser universal, en el sentido de que, aun concediéndose a toda nación que admita en sus composiciones religiosas aquellas formas particulares que constituyen el carácter específico de su propia música, éste debe estar de tal modo subordinado a los caracteres generales de la música sagrada, que ningún fiel procedente de otra nación experimente al oírla una impresión que no sea buena.» (Tra le sollecitudini, TLS 2). 

Bajo el nombre de música sagrada se incluyen: el canto gregoriano, la polifonía sagrada antigua y moderna en sus diversos géneros, la música para el órgano y otros instrumentos admitidos en la Liturgia y el canto popular sagrado, o sea, litúrgico y religioso (cf. MS 4b).

¿Quién es el director?
Pío XII definió por primera vez el canto popular sagrado como «aquél que brota espontáneamente del sentimiento religioso con que el Creador ha dotado a todos los seres humanos.» (De musica sacra et sacra liturgian. 9) y añadió que algunas veces podía permitirse hasta en las funciones litúrgicas. Pero será el Concilio Vaticano II el que amplíe el concepto de música sagrada y dé a la música religiosa popular un estatuto integrado en la liturgia: «La Iglesia no excluye de las acciones litúrgicas ningún género de música sagrada, siempre que corresponda al espíritu de la misma acción litúrgica y a la naturaleza de cada una de sus partes, y no impida la debida participación del pueblo.» (MS 9). De acuerdo con este deseo del Concilio se compusieron numerosas canciones de música religiosa en lengua vernácula pero no siempre se atuvieron a los criterios de música sagrada y religiosa que exigía la Iglesia. 

Juan Pablo II, en una homilía dirigida a las Scholae Cantorum afirmó que «para que una música sea auténticamente sagrada es necesario que posea una predisposición adecuada a su finalidad sacramental y litúrgica, y sea, por lo tanto, ajena a la música destinada a otros fines.». Por tanto, no toda música sagrada puede ser usada en las celebraciones litúrgicas. Necesita poseer ulteriores requisitos, de naturaleza más externa, pero en ningún modo accidentales, que se pueden resumir en el concepto de “funcionalidad litúrgica”.

Por último, música litúrgica es la que interpreta el sentido auténtico del rito, el sensus del rito, lo hace comprensible y, por lo tanto, permite y conduce a la implicación y a la «participación activa». Entre rito y música tiene que existir una relación directa, deben integrarse, compenetrarse mutua y necesariamente. Sólo así la música puede considerarse y convertirse en «parte necesaria e integral» de la liturgia. Del rito nace el hecho sonoro más adecuado y directamente relacionado con lo que se celebra; y como los ritos son muchos y de diferentes naturalezas, del mismo modo las expresiones musicales serán diversificadas con el fin de exaltar el contenido ritual. 

Los mariachis y una invitada
La correspondencia entre el contenido ritual y el signo que lo evidencia (la música) constituye lo que se denomina “funcionalidad litúrgica” o “liturgicidad”. 

Consecuentemente, una música es “funcional” cuando se adecúa exactamente al sentido del rito, lo traduce e interpreta fielmente. La música litúrgica, por tanto, necesita reunir unas características que incluyan el sensus Ecclesiae y el sensus Liturgiae.

Habrá, porque hay gente de cerviz muy dura, quien pese a las explicaciones aportadas por la Iglesia, persistan en considerar que los cantitos del Camino son fastásticamente válidos para cualquier liturgia.

Pues no es así, y no sólo porque la músiquilla de los cantos de las comunidades ni es santa ni universal ni arte verdadero ni nace de ritoo litúrgico concreto, sino porque además la guitarra no es un instrumento válido para la liturgia:

«Aun cuando la música eclesiástica es exclusivamente vocal, permítese en ella el uso del órgano y, en algún caso particular y con la debida licencia del Ordinario, también el de otros instrumentos»(Motu propio de Pío X, números 9 y 15).

Prohibidos para siempre
«Estos otros instrumentos que pueden usarse, además del órgano, con previa y expresa licencia del Ordinario, son: violines, violas, violoncelos, contrabajos, flautas, clarinetes, fagots y bandas de música con personal selecto y número de instrumentos proporcionados al local»(Motu propio de Pío X, números 20 y 21).
 
«En cambio, son instrumentos prohibidos para siempre y por doquier, y no pueden ser permitidos: el piano, todos los instrumentos fragorosos(ruidosos, estridentes):tambor, chinesco, panderetas, platillos, etcétera, y todos los ligeros: arpa, guitarra, bandurria, mandolina, acordeón, etcétera»(Motu propio de Pío X números 9 y 11), sin exceptuar el gramófono y el fonógrafo(Decr. 11 febrero de 1920).


En resumen
  • La música litúrgica es, y tiene que ser, sagrada; más aún, es religiosa.
  • La música sagrada es religiosa, pero no automáticamente litúrgica; puede convertirse en litúrgica si cumple con ulteriores requisitos funcionales.
  • La música religiosa no es ni sagrada, ni litúrgica, y por tanto, de ninguna manera tiene el derecho a entrar en el culto.

Paso del shemá (I)

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«Viernes noche
Lucernario
Monición ambiental
Esta convivencia tiene el propósito de hacer presente el primer escrutinio, preparándoos para el segundo escrutinio. Os dice: Atención, que llega el segundo escrutinio.
Esta convivencia os anunciará esencialmente un hecho: que no existe un cristianismo solo de “mañana” y se puede resumir así: en el cristianismo no existe el “mañana” sino el “hoy”.
No he sido yo, ha sido el pan
Por eso, si alguno de vosotros está pensando que esta es una convivencia como tantas otras… y que cuando llegue al final del Camino entonces ya se convertirá, si piensa así se engaña. Si hoy endureces el corazón, te perderás para siempre muchas gracias vinculadas a este “hoy”. Mucha gente se pierde tantas cosas porque en un “hoy” en el que Dios les había llamado (que tal vez fue en la primera convivencia, o la segunda o la tercera, etc.), escucharon sin dar mucha importancia a aquello que escuchaban, sin darse cuenta de que Dios les buscaba en aquello que les parecía carente de importancia».
¡Cómo no va a saber Kiko dónde, cómo y cuándo busca Dios a los demás. Sobre todo porque al ser un narcisista, no concibe que Dios se las pueda apañar para hablar a sus hijos sin ponerle a él de mediador.
«Porque en las acciones de Jesús, ninguna cosa es más importante que otra, Por esto, nadie puede decir: “mañana” o “después”.
Veréis como toda la palabra de Dios que escucharemos en esta convivencia se refiere constantemente a esto: “Si hoy escucháis Su voz, no endurezcáis vuestro corazón”. Veréis por ejemplo la parábola de las vírgenes: el sentido de esta convivencia se da por entero en la parábola de las vírgenes. ¿Qué quiere decir esta parábola? El esposo (como sigue siendo costumbre en las familias de Jerusalén) está negociando con la familia de la novia, por la dote, para la casa… y cuanto más importante es la boda, más largas son las negociaciones».
En plata: está diciendo que tanto el novio como la familia de la novia son unos apegados al dinero, unos que ponen su seguridad en el dinero.
«También hoy en día son así las bodas en Jerusalén; todas las jóvenes del país se reúnen con antorchas (hechas con trapos, no son velas) y hacen una procesión para recibir al esposo que viene. Por si las negociaciones son largas, las jóvenes deben llevar una especie de botellita llena de aceite porque, como sabéis, la antorcha es una estaca de madera envuelta con los trapos empapados en aceite que se quema poco a poco. Si el aceite se termina, comienzan a quemarse los trapos y luego arde la madera y se quedan sin antorcha. Por eso, cuando el aceite se está terminando, se añade un poco más y así la linterna dura todo el tiempo que se desea.
¡Despiértate ya o no respondo de mis actos!
La palabra dice que algunas vírgenes llevaron consigo aceite y otras no lo llevaron. Sucedió que el esposo tardaba el llegar, habían pasado muchas horas, se quedaron dormidas. A veces al concluir las negociaciones, los amigos del esposo van corriendo a avisar para que todos se preparen, porque la gente se cansa de esperar. “Viene toda la comitiva con el esposo”. Entonces se preparan y hacen una comitiva para entrar todos en la boda. Este es el esquema.
Bien. En esta convivencia nosotros somos los amigos del esposo. Porque esperando, esperando, esperando, todos os habéis quedado dormidos.
Tarda tanto el segundo escrutinio que habéis caído en la rutina de las celebraciones, etc. Ahora venimos a deciros que os despertéis porque viene el esposo. Pero aquí hay un problema muy serio: que en esta convivencia hay gente que escuchando la palabra que proclamaremos como el amigo el esposo que dice: “¡reavivad vuestra llama, encender las antorchas, que viene el esposo!”, se despertarán y encenderán la antorcha. La antorcha es la llama del amor, del amor a Jesucristo, que se encenderá en vosotros escuchando la palabra de Dios. Pero hay hermanos que no encenderán nada. Han llegado hasta aquí muertos. Están cansados. Hace mucho tiempo que esta llama del amor de Dios se ha extinguido en ellos. Y es inútil. Escuchan y… ¡nada! ¿Por qué? Porque no tienen aceite. No lo han cogido.
¿Qué significa no tomar aceite? Significa, como veremos en la parábola, que son vírgenes necias que pensaban que la boda no era muy importante y, por tanto, las negociaciones no durarían mucho. Por tanto, no cogieron aceite; no se prepararon.
Aquí unos afectivos
Hay gente que después de las catequesis iniciales o el primer escrutinio continúan, pero… Las catequesis iniciales le gustaron, después venía de vez en cuando a la comunidad y puede que incluso a la convivencia. Hay gente que viene a la convivencia, pero son unos afectivos: ¿sabéis para qué les sirve la convivencia? Como un destello, una ilusión, un momento: viven triunfalmente, pero no han traído aceite, no se han dado cuenta de que este camino es muy serio, que es para toda la viday no para un momento.»
No sólo es para toda la vida, es lo que has de ponerlo como dueño y señor de tu vida, por encima de tu familia, de tu trabajo, de tu parroquia, de tu propio ser persona.
«¿Qué necesidad hay de llevar aceite? En cuanto pasen 20 días, se acaba todo. Por eso en el primer escrutinio no han cogido consigo el aceite. Como sabéis en la Biblia el aceite significa el Espíritu Santo.
Ahora, hermanos, os decimos: que tal vez de esta convivencia dependa todo vuestro camino neocatecumenal. De esta convivencia depende ahora, tal vez, todo vuestro futuro. Es el hoy, no el mañana. No es “mañana me convertiré”. Es ahora.»
Pero sin presión, ¿eh? En tu libertad, hermano, en tu libertad, pero te la juegas como no hagas lo que se te diga.
«Esta convivencia te dice “Despiértate porque viene el esposo”. Y si no cogiste aceite en el primer escrutinio, aprovecha para cogerlo ahora, no sea que tarde todavía un poco y vuelvas a dormirte y ya no tenga remedio.
Vas a estar dormido, que lo sé yo con mi visión turbo-sideral
Sucede que viene el esposo cuando menos te lo esperas, viene el segundo escrutinio y ¿sabes dónde vas a estar? Te lo voy a decir: sucede que tienes una cuñada enferma y vas a tener que ir a cuidarla.
Hicieron los segundos escrutinios y se cerró la puerta. Y es que ya hace un mes que no vienes a la comunidad. Hace tiempo que las cosas no iban bien. Se cierra la puerta, algunos entraron y su vida cambió realmente, llenándose se alegría y tú sigues hundido en tus problemas, como tanta gente.»
Que conste que nada de esto lo dice Kiko para manipular, ni para presionar a la gente, sino que como es futurista es capaz de ver que lo que sucederá en otro tiempo. Porque lo que todavía no ha sucedido es que la vida de ningún kikito se “llene de alegría” por más pasos que haga.

Paso del shemá (II)

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«Comenzamos esta convivencia, como siempre, como comienzan los cristianos, con un lucernario. Que nadie diga “me lo sé de memoria, lo he hecho tantas veces…” Porque en la Iglesia no hay nada que se repita. El lucernario es algo muy serio y la prueba es que toda la escritura está llena del simbolismo de la tiniebla y la luz. Y puedes buscar en los Evangelios todos los pasajes en los que Jesucristo dice “Yo soy la luz del mundo” y en estos relatos se puede ver que a menudo se refieren a la pequeña liturgia de la comunidad cristiana que en el siglo segundo, cuando se escribieron los Evangelios, fueron incorporados. Todavía hay liturgias (como la vigilia pascual) que comienzan con un lucernario. Porque la luz es muy importante y en el lucernario hacemos un signo real. ¿Qué quiere decir real? Que es verdadero. Que es verdad que existe la tiniebla porque ahora la hacemos. Es verdad que existe la luz, no es un teatro.
¿Por qué la convivencia comienza con un lucernario? Porque esto es un sacramento que pone de manifiesto lo que Dios está haciendo contigo: te está apartando de tu tiniebla y te está llevando a Su luz.»
Kiko no tiene reparos en inventarse sacramentos inexistentes, al menos inexistentes en el Cristianismo, en el kikismo, no tengo ni idea. Recuérdese, por ejemplo, que para él algo tan biológico y visceral como un coito, es “sacramento” cuando se realiza conforme al pezzi-talamosutra.
«Y ¿qué significa estar en la tiniebla? Te lo dirá el mismo Señor.
Estamos aquí 200 hermanos. Estamos en la tiniebla y estamos completamente solos, inmersos en nuestra tiniebla. Sólo podemos apreciar nuestra respiración, condenados a contemplarnos a nosotros mismos. Somos 200 hermanos y no vemos a ninguno. Es el egoísmo. Es el aislamiento. Hay multitud de hombres que van por la vida solos y viven en la masa y junto a ellos gimen millones de personas, pero ellos sólo se preocupan de su propio ombligo, de sus propias dificultades y de su propia respiración afanosa.»
No como otros, que se aíslan en una convivencia para mejor mirarse el ombligo sin ser molestados por los millones de gimoteadores que les rodean en la ciudad.
«Lo primero que hace Jesucristo al destruir la tiniebla de nuestro egoísmo es hacernos reconocer que hay hermanos a nuestro alrededor, que no estamos solos. Nos hace pasar del egoísmo al servicio a los hermanos, si es que recibimos esta luz de Jesús.»
Va a ser que en ningún lugar del universo se ha producido todavía el prodigio de que un kikito reciba esta luz de Jesús.
«Veremos entonces que toda la catequesis, dice S. Juan, habla de la luz y de las tinieblas en este contexto-: que Dios es luz y que Dios es amor. Es hijo de la luz (ha sido iluminado por la luz y está lleno de luz), quien ama a su hermano. Todo lo demás –dice S. Juan- no vale ¡nada! Misas, ser amigo del sacerdote, reuniones sin fin, comunidad, catequesis… ¡Nada! Todo mentiras. Sólo una cosa es verdad: es hijo de Dios quien ama como Dios, el resto no vale nada
¡Pobres kikines! Su propio líder es quien les asegura que la comunidad, los pasos, las túnicas blanqueadas, las palmas, incluso los chupitos de leche con miel valen nada.
«Este es el resumen final del nuevo testamento, que dice S. Juan a una comunidad que está caminando desde hace mucho tiempo y que “se ha dormido en los laureles”.»
Nuevo juicio temerario y nueva interpretación ilegítima de un texto de la Biblia.
«Se creen cristianos porque pertenecen a la Iglesia, porque han hecho un catecumenado y porque han sido bautizados. S. Juan les recuerda qué es lo fundamental, y hoy nos lo recuerda también a nosotros para que comencemos a despertarnos.
Por tanto, hermanos, vamos a hacer tiniebla y esta tiniebla os causará fastidio. Pensad un poco que esto es un signo que manifiesta nuestra tiniebla. Venimos aquí llenos de oscuridad.»
Sería improcedente un rollete kikil que no contenga juicios temerarios contra todos los oyentes.
«Dice S. Juan: “quien dice que no tiene pecado, es un mentiroso”. Venimos aquí cargados de pecados, llenos de tiniebla, llenos de nosotros mismos.»
Hay una enorme diferencia entre no ser inmaculado y estar lleno de tiniebla, pero otro clásico kikil es usar la Escritura, para deformarla y pretender que dice lo que no dice. Pero lo mejor está por venir, justo en el siguiente párrafo, el inefable cuyo nombre no quiero recordar se apropia de lo que sólo pertenece a Dios.
«Que ninguno de vosotros piense que esta convivencia será como cualquier otra. “Sí, bonita palabra de un tal Kiko, que habla muy bien o muy mal” y después, ¿nada? Quien piense así, por favor que se vaya porque está cometiendo un pecado gravísimo: está dudando de la potencia de Jesucristo. He visto gente que ha estado 5 años en una comunidad sin enterarse de nada y un día, en una convivencia estúpida, sin importancia, su vida se transforma. Hemos visto con nuestros ojos a gente que ha estado 1, 2 o 3 años en una comunidad sin enterarse de nada y en una convivencia o en una celebración, su vida se transforma.
Porque el momento de Dios lo conoce Dios. El momento de cada uno lo conoce Dios. Por esto el camino neocatecumenal es largo: porque Dios deja mucho tiempo para que no podamos resistirnos a Dios. Durante largo tiempo nos resistimos a Dios. Durante mucho tiempo tenemos miedo. Durante mucho tiempo la vida es triste y miserable
¡Qué bueno que lo reconozca! Durante tanto tiempo como dura y como estás en el CNC la vida es triste y miserable, como dice Kiko, porque no vives como hijo de Dios, sino como siervo de un menda.
«Nadie tiene el derecho de proyectar el pasado y ponerlo delante. El pasado está muerto y no nos pertenece. No tenemos derecho a coger nuestro pasado y hacer nuestro futuro; porque no es la verdad. La verdad es que tú no sabes nada del futuro y que Dios te tiene hoy aquí. Y que si has venido aquí es porque Dios te ha traído y no porque hayas venido tú. Te ha traído Él de la mano, agarrado por los pelos o a patadas porque no querías venir
Dios no hace eso, Dios respeta la libertad del hombre, son los kikines, carentes de filiación divina, los que obligan a sus hijos a acudir a estos saraos, aunque sea llevándoles a patadas.
Compromiso gatuno

«Dios se ha comprometido contigo para hacerte cristiano. Pero no cristiano a tu manera. No: Dios se ha comprometido a meterte en este camino concreto. En este camino de la comunidad neocatecumenal, con una misión hacia la parroquia. Dios se ha comprometido a llamarte a esto. Así como a otro lo llama a los focolares y lo quiere allí; a otro lo llama a la Acción Católica y a otro a ser franciscano.»

Así que es Dios quien nos mantiene a algunos en el CNC para ayudar a abrir los ojos a otros… Tomen nota los que quisieran echarnos.
«Ningún franciscano puede decir “este es el único camino”, este es el único camino para ti, Dios te ha llamado a este camino. No es este el único camino de la Iglesia. La Iglesia es mucho más grande que este camino. Es el único camino para ti si es la voluntad de Dios que tú estés en este camino. Y cuando estás aquí es porque Dios te ha llamado.
Se dejan unos momentos de silencio en la oscuridad que finaliza cuando se termina de cantar la aclamación “Cristo Jesús es nuestra luz y nuestra salvación”».
 

Significado de algunos "signos" para el Camino (III)

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Retomando el tema del significado de ciertos “signos” para el Camino, queda por mencionar alguno de los más deformados.

Para empezar está el “signo” del nombre escrito en el “Libro de la Vida”: en el Camino, este “signo” se realiza por primera vez en el paso del primer escrutinio. Previamente se ha “invitado” a la comunidad a adquirir una Biblia para las cositas de la comunidad, una Biblia grande, de filo dorado, de tapas duras, de letra impresa fácil de leer… Por supuesto se trata de una de esas invitaciones que hay que obedecer o hay que obedecer.

Así que el responsable de la comunidad encarga a alguien que se apresure a comprar la Biblia en cuestión para llevarla al paso del primer escrutinio. Y allí, de uno en uno, los catecúmenos ante los que se abre la puerta del pre-catecumenado recitan su nombre de pila para que lo escuche toda la comunidad y lo escriben en el dorso de una hoja de la recién comprada Biblia.

Con este “signo” simbolizan que ellos “han sido llamados a ser hijos de Dios” y han respondido a la llamada y la han aceptado, no como los religiosos de misa de 12, que no tienen su libro inscrito en otro sitio que no sea la partida de Bautismo.

Precisamente para la Iglesia lo importante es que cada uno de ellos esté inscrito en el registro parroquial de los bautizados, esa es la verdadera inscripción importante a los ojos de la Iglesia; pero en el Camino, que tanto desprecia el Bautismo recibido siendo niños, sólo cuentan sus pseudo-ritos, por eso para ellos lo fetén es que has sido llamado a ser hijo de Dios no por tu Bautismo, sino porque has puesto tu nombre en la Biblia de la comunidad.

A partir de ese momento, en las preces, el responsable abre la Biblia por la hoja de los nombres y pide por todos los inscritos en ella, nombrando uno a uno a todos los ausentes. Es decir, la petición universal de la Iglesia por todo el pueblo de Dios desaparece, queda reducida a una petición local cuyo ámbito se reduce a una pequeña comunidad que no quiere integrarse en la universalidad de la Iglesia.
Pero con el paso del tiempo, los nombres grabados en la Biblia se van quedando obsoletos: muchos dejan el Camino, a otros les “invitan” sí o también a irse a una comunidad inferior, algunos se cambian de parroquia, otros se mueren… Nada de ello hará cambiar el patrón de las preces: a la hora de pedir, se pide por la Santa Iglesia jerárquica, por los gobernantes de las naciones, por los pobres y los últimos de la Tierra y  por los de la comunidad, no por todo el pueblo de Dios, sino sólo por los de la comunidad (o comunidades, si celebran varias juntas). Así que cuando la comunidad está sola, como los nombres de la Biblia han dejado de ser útiles para restringir y limitar el rezo a los que “son de la comunidad”, lo que hace el responsable es sacar del bolsillo la lista plastificada de los “hermanos” y ayudarse con ella para recitar los nombres de los ausentes.

Años después, al finalizar el Camino, la historia se repite (porque en el CNC se repiten las mismas ocurrencias una y otra vez, una y otra vez, como los suicidas reincidentes que tanto gusta a Kiko). Es decir, se “invita” –otra vez- a la comunidad a comprar un forro de plata para la Biblia y –otra vez- la comunidad va desfilando ante la reluciente Biblia para escribir su nombre en ella.

Por supuesto, suele suceder que sólo un pequeño resto de los que escribieron su nombre en el primer escrutinio llega hasta el final del Camino para repetir –otra vez- el “signo” de poner por escrito su nombre en la Biblia. Esto, asegurarán los kikotistas, es así porque se ha de cumplir que “muchos son los llamados y pocos los elegidos”.

Y una vez más actúan como si lo importante fuese su “signo”, por encima del Bautismo recibido, es decir, de la verdadera inscripción en el Libro de la Vida que custodia la Iglesia. 

Y una vez más actúan como si por haber garabateado el nombre en una Biblia forrada de plata tuviesen asegurada la salvación y reservada una silla –de metacrilato- a la derecha de Dios Padre.

O tal vez la paranoia proceda de ver sus nombres grabados en un ladrillo en la larga escalera de la domus Galilaeae; porque deserciones y abandonos va a seguir habiendo -doy fe de ello- pero resulta que además de re-escribir nombres en la Biblia, al visitar la domus Galilaeae -que como todos saben no pertenece al CNC pero monopoliza el CNC- se llevan la sorpresa de que el nombre de la comunidad y de sus miembros ha sido grabado el ladrillo y les espera en la escalera de la domus. 

Y parece que algunos se toman eso, que han pagado de su bolsillo camuflado entre los gastos del viaje, como su billete de entrada libre en el Cielo.

Paso del shemá (III)

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«Entra el presbítero con el cirio encendido y canta tres veces “Cristo Jesús es nuestra luz y nuestra salvación” y la asamblea responde “aleluya”.
Saludo del presidente
Invocación al Espíritu Santo.
Lectura: 1Jn 1; 2, 1-11; 3 precedida de una breve monición
Canto: “Abraham”

Me siento utilizado...
Catequesis después de la lectura(Kiko)
Esta palabra está escrita a una comunidad que ya ha hecho todo el catecumenado, ya son hijos de Dios por el Bautismo. Y S. Juan está recordando las cosas fundamentales.
Jesús ha dicho que no pasará una tilde ni una coma de la ley y que quien enseñe a no cumplir aunque sea la última letra de la ley será el más pequeño en el Reino de los Cielos. Es decir, Jesucristo viene a cumplir la ley en todos los mandamientos, el Shemá Israel. Y los cristianos, en Jesucristo, después de recibir un espíritu nuevo cumplen realmente los diez mandamientos. Mira bien como termina esta palabra: “…Por el Espíritu que se os ha dado”.
Y ¿en qué consiste el mandamiento de Jesucristo? Este es su mandamiento, el mandamiento de Dios: QUE CREAMOS EN EL NOMBRE DE SU HIJO JESUCRISTO Y QUE NOS AMEMOS LOS UNOS A LOS OTROS COMO DIOS NOS AMÓ. QUIEN HACE ESTO PERMANECE EN DIOS Y DIOS EN ÉL, EN ESTO SABEMOS QUE PERMANECEMOS EN ÉL: POR EL ESPÍRITU QUE NOS REGALA.
Aquí hay una cosa realmente estupenda. S. Juan dice constantemente: “No os dejéis engañar, no os alienéis con falsos moralismos. Lo único que nos muestra que habéis recibido verdaderamente el Espírito de Dios es que tenéis este amor”.»
La cita, por más que esté entrecomillada en el original, es falsa y no se puede encontrar en ninguna de las cartas de S. Juan. Pero sirve para aclarar que la falta de amor de que hacen gala los kikitos revela que no tienen el Espíritu de Dios.
«Pero aquí hay una cosa maravillosa. Dice: el mandamiento es creer en el Nombre de Jesús. Esto de creer en el Nombre de Jesús, ¿qué significa? Esto no se entiende. O se puede entender si entendemos que el nombre de Jesús, en el contexto en que se encuentra, significa “el poder de Jesús”. “Y en el nombre de Jesús toda rodilla se doblará y toda boca confesará y rezará”.
El nombre, en la Escritura, significa el PODER. El Nombre de Jesús quiere decir que Dios ha constituido SEÑOR a Jesús. Si tú crees verdaderamente que Jesús es el Señor de tu muerte, que Dios le ha resucitado, le ha elevado, le ha hecho tu salvador; si crees verdaderamente que Jesucristo es la respuesta de Dios a tus problemas matrimoniales, a tus enfermedades, a tu neurosis, a tu menopausia, a que estés en el paro: al hecho de no tener hijos o de tenerlos, a tu miedo a la muerte, a los temores que sean. Si crees en el nombre de Jesús, crees en el Poder, en el Nombre de Jesús (el nombre de Jesús es Cristo, el Mesías, el Salvador, el kyrios)… Pero, ¿cómo sabremos que tú crees en el nombre de Jesús, que le amas, que has creído en Él? ¿Cómo sabremos que realmente te apoyas en este Salvador que te ha enviado Dios para salvarte de ti mismo? En el hecho de que amas a los otros: porque quien cree verdaderamente en Jesús, recibe de Él gratuitamente la nueva vida: el amor. Y quien tiene el amor dentro de sí, debido a que el amor no puede quedarse tranquilo,, hasta que no lleva al hombre a amar a los hermanos, ama como nos amó Jesús»
Más claro, agua: ninguno de los kikines que pasan por el blog tiene amor al otro. Ergo, no creen en el Nombre.
«Entonces S. Juan, para que ninguno se alienen dice en qué consiste el amor. Y dice que Jesús dio su vida por nosotros cuando éramos sus enemigos. De la misma manera también nosotros debemos dar la vida por nuestros hermanos. ¿Es simple?... Es una catequesis simplísima.
Aquí no hay truco. Vendrá el problema cuando veas que te atacan. Ahora por ejemplo me están calumniando o lo que quieras, o tengo problemas; mi mayor problema, hermanos, es descubrir que tengo resentimientos. Quien tiene resentimiento no tiene en sí al Espíritu Santo. Si descubro que de repente deseo hacer el mal, que tengo verdaderamente resentimiento que no puedo perdonar… hermanos, debo deciros que en mí n hay ni pizca de Jesucristo. Quien sabe, tal vez se haya ido. Porque hay una cosa que en la Escritura se llama “contristar al Espíritu Santo”, incluso si tú estabas siendo gestado como nueva creación. Cierto que, cuando un hombre está siendo gestado paso a paso y se le está dando el Espíritu Santo, y se le está dando una nueva creación, pecar verdaderamente, odiar al otro, asesinar, es dificilísimo. Dice la teología antigua que para poder hacer esto debe cometer primero muchos pecados, porque si realmente dentro de ti está el Espíritu de Dios, ¿cómo podrías desear hacer el mal, pecar? Verdaderamente no te atraerá. Por eso dice: que nadie os engañe: quien peca es el demonio. Por tanto, si alguno peca es porque tiene el demonio dentro de él. Pecar es siempre hacer el mal.»
Empezó el árbol, yo no quería pelear
Hace poco el mensaje era: “quien diga que no tiene pecado es un mentiroso”. Así que si pecas, tienes un demonio y si no pecas, eres un pecador mentiroso. Así es la vida en casa-K.
«En el contexto maravilloso de la comunidad primitiva, el pecado estaba muy claro. ¿Por qué? EL pecado no es robar (allí nadie robaba a los demás) ¿Cuál es el pecado? La murmuración en la pequeña comunidad. Los odios. El orgullo de uno de quien han dicho no sé que cosa y coge y se va de la asamblea y dice que no vuelve a hablar. Este es el pecado de la comunidad.»
Que lo sabe Kiko mejor que nadie porque para eso es historiador en sus ratos libres, pero no historiador de los que estudian la historia, él conoce lo que no está escrito en ningún sitio: la metafísica antigua, la teología ancestral en la cual el único pecado era la murmuración en la pequeña comunidad… porque todos pecaban y todos tenían demonios dentro, añado. Y eso no está registrado en los anales de la historia, pero él lo sabe.
«¿Y aquí? Aquí hay envidias, rencores, disputas, problemas. ¡Claro! Nos sucede lo mismo. Y si alguno dice que ha conocido a Dios y peca y no perdona y devuelve mal por mal y se molesta y tiene resentimiento… hermanos, no ha conocido a Dios ni lo ha visto jamás. ¡Jamás! Porque quien ha conocido a Dios y confía en Dios, quien tiene el Espíritu de Dios, no puede tener estas actitudes, porque estas actitudes no son de Cristo, ¡son actitudes del demonio! Esto es simple.
De hecho, el Hijo de Dios se manifestó precisamente para destruir esta obra. El mundo entero está sometido al poder, al instinto de poder. Todos buscando una carrera potente, por instinto de dominio, por envidia. Está claro, por culpa del instinto de dominio se envidia lo que da poder, porque te apetece tenerlo. Y el poder significa dinero y por tanto queremos tener y tener más, y que nadie te lo toque. Si alguno te critica, te toca el poder, te toca el ser admirado, entonces tú te defiendes como sea, porque te va la vida en ello.
Jesucristo ha venido a destruir esta obra, que tiene sometido al hombre para que se manifieste el Reino de Dios, la obra de Jesucristo: la Iglesia, que es el Reino de Dios. Hombres liberados, escapados de esta situación, hombres en quienes no se dan estas obras, o si se dan, en una medida menor, permitida por Dios, pero ya en otra situación».

Paso del shemá (IV)

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«Cada hombre que ha nacido de Dios no comete pecado porque su semilla… mira qué maravilla: ¡su semilla! La semilla de Dios, que es el Espíritu Santo, ha fructificado en ti. Maravillosa esta palabra: “semilla”, porque está exactamente dentro del contexto de este catecumenado. Tú tienes una semilla dentro de ti, que es tu Bautismo. Te ha sido dada una semilla, que estamos intentando desarrollar. Tarea ardua, difícil, que sólo Dios hace y nos contrata como operarios para regar esta semilla. Siempre temblando, sabiendo que es muy posible que en ti tu semilla no crezca ni un milímetro. Que es posible que tú no tengas nada, que es posible que esta semilla esté tan vieja que la posibilidad de que produzca vida es nula y que no sabemos que pueda suceder cuando la regamos, tal vez nada. 
Tal vez le escandaliza que el sol sale para justos e injustos
Tal vez yo estoy escandalizado de vosotros, porque ya son años que os conozco y no veo actitudes. También la Iglesia se escandaliza.»

Faltaría más que no fuese Kiko quien dispusiese lo que aprueba y lo que desaprueba la Iglesia. Y en este caso, lo que dispone es que la Iglesia se escandaliza de los kikokúmenos, porque no son de fiar. 

«Mañana leeremos una palabra maravillosa, os lo digo ahora para que os deis cuenta de la maravilla que es el Evangelio en clave catecumenal.
Es una parábola. Dice que el Reino de los cielos es similar a un hombre que tiene una higuera y va a buscar los frutos de la higuera y no encuentra nada. Y le dice al labrador de la higuera, al jardinero: son ya tres años que vengo a buscar frutos a esta higuera y no encuentro nada. ¡Córtala! ¿Para qué seguir desgastando la tierra? Y dice el hortelano (aquí el catequista): “Señor, déjalo todavía un año. Te prometo que este año araré el terreno, removeré la tierra, la abonaré y si dentro de un año vienes y no encuentras fruto, entonces tálalo”.
¿Qué significa esto? El catecumenado de la Iglesia primitiva era de años. Eran tres años de paciencia y durante tres años se permitía a la gente estar en la comunidad, esperando que diesen fruto. Sabemos lo que significa fruto, ¿verdad? AMAR A NUESTROS ENEMIGOS. Por esto es necesario en la comunidad la división y los problemas. Lo dice S. Pablo que es palabra de Dios “conviene que haya tribulaciones entre vosotros, para que se manifieste quienes tienen virtud probada”.»
Una vez más, la presunta cita es falsa; no es eso lo que se dice en Rm 5.
«Nuestra virtud debe ser probada. Entonces, venimos a buscar los frutos y después de tres años, en los cuales no hemos encontrado frutos, se espera un año más y se dan catequesis, somos pacientes, pero no se puede estar eternamente así. Porque puede ser que haya alguno que diga: “Bueno, no paso al catecumenado, continúo otro año y otro más, así, con la celebración de la palabra…” Eso sería hacerle mal. ¡Ya basta!
Y ¿por qué os digo todo esto, a vosotros que estáis en un camino neocatecumenal?
Porque ahora viene una palabra estupenda, que nos viene al pelo. Porque somos gente muy cristianizada, gente que ha estado mucho tiempo en la Iglesia y se cree muy cristiana. Por tanto esta palabra nos puede ayudar a ser iluminados. Esta palabra viene a denunciaros a vosotros y a mí.
Fíjate si realmente amamos. Porque si no nos amamos y si odiamos a alguien, fijaos ahora en lo que nos dice: primero, que si alguno dice que no ha pecado es un mentiroso. Segundo, que si alguno peca, tenemos un abogado ante Dios, que puede lavarnos realmente, darnos este Espíritu nuevo. ¿Estamos verdaderamente en esta situación? ¡Aprovecha esta convivencia, hermano! Pide verdaderamente al Señor que te ayude, ¡que tenga piedad y misericordia de ti! Que muchos son los llamados y pocos los elegidos, y es una grandísima maravilla que te haya llamado a ti. Y el Señor, que es misericordioso, grande en amor y rico en misericordia –como dice el salmo-, tendrá piedad, te harña vivir estos tres días en humildad, quiero decir, reconociendo que podemos despreciar su gracia.
Lo que quiere el Señor es iluminar tu tiniebla.»
Que se lo ha dicho a Kiko personalmente, y le ha encargado transmitirlo al resto de la humanidad, porque toda la humanidad está en tinieblas, menos él.
«Y ¿qué es esto? Es iluminar el hecho de que tú no amas, que odias a algunos, que realmente aún no eres cristiano, que no amas como Cristo, que amas de palabra, pero que codicias los bienes del otro que tú no tienes, etc. Lo que dice aquí S. Juan. Por esto, ¿cuál es la primera actitud? ¡Reconocer valerosamente que eres un pecador! “Siéntate solitario y silencioso… humilla tu boca en el polvo”. Acepta que eres iracundo, ofrece la mejilla al que te golpea y espera sentado, que Dios es misericordioso. ¡Primero de todo, reconocer verdaderamente nuestra situación!
La maravilla, y ya termino –empecé por el final y termino con el final de la lectura- es que S. Juan, que ha visto con sus propios ojos la Vida Eterna, que es Jesús, y le ha visto resucitado: “Le hemos visto y le hemos tocado, y hemos visto verdaderamente que este hombre era Dios mismo en medio de nosotros”. Él viene a darnos la Vida Eterna.
Hermanos… ¡esto es impresionante! La Vida Eterna existe y el Señor nos ha traído para dárnosla. Nos tiene aquí para hacer una pequeña asociación. Una vez que tengas la garantía de que tú no morirás, que Dios vive en tu corazón, que te importa el resto del mundo, el dinero o el no dinero, los problemas o los no problemas. SI realmente Dios te ha dado lo que el mundo no puede darte, la paz, que es la garantía, el Espíritu Santo, que es la Vida Eterna en tu corazón que te garantiza que tú no mueres más, que todo te dice que este amor que sientes hacia los hombres, que esto que tu sientes que recibes, este amor que te hace estar en este camino, estar con los que te han calumniado, que te quieren mal, que cualquier cosa realmente te está diciendo en lo más profundo que esto es la verdad y que te sientes por primera vez en tu vida saciado, satisfecho.
Ahora, hermanos, rezamos.
Oración del presidente
Bendición
Silencio»

Para qué está el responsable de una comunidad neoctecumenal

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Hace bastante tiempo, una de las solteras de mi comunidad decidió irse a un convento a hacer lo que en jerga kikil se llama una “experiencia seria” para discernir si Dios la llamaba a consagrarse a Él. Así que se pidió un permiso sin sueldo por 3 meses y se marchó a un remoto convento de una de las órdenes con fama de más duras.
 
La comunidad a la hora de la foto
No fue a uno de esos conventos que están habituados a recibir a postulantas del Camino todos los viernes y todos los lunes, es decir, no fue a donde los “kikotistas” mandan a todas las hijas de Camino, sino que aunque comentó con ellos su decisión de hacer esta “experiencia”, el destino se lo buscó ella, sin dejar que otros le dijesen donde ir a esperar que se le manifestase la voluntad de Dios para con ella.
 
Pues sucedió que la experiencia y las conversaciones que tuviese con la madre superiora del lugar y con el sacerdote que atendía a la comunidad monjil fueron tan efectivas que en menos de dos meses le quedó clarísimo que Dios no la llamaba al convento, ni a ese donde estuvo ni a ningún otro.
 
Así que recogió sus cosas y se volvió a su casa y a su trabajo. Es decir, se volvió a la casa de sus padres, porque no vivía independiente de ellos.
 
Hasta aquí todo normal. Lo anómalo y típicamente kikil empieza ahora.

La madre superiora del convento donde estuvo esta hermana se puso en contacto con los “kikotistas” de la joven a quienes informó de ciertas insanas conductas y actitudes que había observado en la misma: su excesivo afán de perfeccionismo; su desesperación ante el menor fallo cometido, no por los demás, sino por ella; su angustia vital por alcanzar una perfección inhumana… En suma, les dio toda la información que tenía para que ellos, como “catequistas” (entrecomillado, porque tengo clara la diferencia entre catequista y “kikotista”, que es lo que los informados eran y son respecto a esta hermana), la ayudasen. Porque la madre superiora concluyó que esta persona no estaba en disposición de asumir ninguna vocación mientras no se aceptase a sí misma, con sus virtudes y sus defectos. Y en especial, mientras no superase el resquemor hacia su padre biológico, fruto de haberse sentido despreciada por éste por el hecho de ser mujer, resquemor que extendía a todo el género masculino, que la atraía y del que huía a partes iguales.
 
Como no hay por qué presuponer mala fe en nadie, lo mejor es pensar que fue por ayudar a esta joven por lo que toda la información que recibió el “kikotista” la transmitió tal cual al responsable de la comunidad de esta hermana; porque convenía que el responsable estuviese al tanto para poder intervenir, para poder alentarla, para poder orientarla.

Con quien no contacto el “kikotista” de turno fue con los padres de esta hermana, pese a que también estaban (en aquella época) en el Camino y también los conocía; pues una ley no escrita del CNC es que los verdaderos hermanos y la verdadera familia ha de ser la comunidad, antes que la familia de sangre.

El caso es que “en el Camino no estamos para la Caridad” ni esas cositas con las que se entretienen los religiosos naturales, y el sigilo, la prudencia, el no herir al otro en público y demás normas básicas de convivencia y respeto al otro no existen en la comunidad, así que tras ser informado de las razones que habían llevado a la superiora a aconsejar a esta hermana que buscase su vocación fuera del convento, al responsable le faltó tiempo para sacar el tema en la primera convivencia de mes que hubo.

Así que tras la bienvenida a la hermana que había vuelto de su “experiencia seria”, por aquello de "ponerla en su verdad", "hacerla aterrizar", "ayudarla a tomar la vida en peso" y demás argumentos que se esgrimen cuando de lo que se trata es de sacar trapos sucios al aire, el responsable, con total carencia de misericordia, la avergonzó públicamente ante toda la comunidad, sacando a relucir unos hechos que en nada nos incumbían a los que allí estábamos, declarando que había sido la conducta de esta hermana mientras estuvo en el convento la que la había puesto de patitas en la calle, haciendo saber a todos que ella juzgaba a su padre, que no le amaba como era, que le quería cambiar y que como no podía cambiarle, trataba de huir y esconderse en un convento, para ser tenida por buena, cuando no era sino una justiciera que no soportaba el machismo de su padre.

¿Hay alguien ahí dentro?
Inenarrable la expresión de esta hermana al ver al responsable enarbolando contra ella unos asuntos que nadie fuera de la madre superiora y del confesor del convento tendrían que haber conocido. Tal vez en ese momento estaba valorando cuanta gente más podía estar al tanto de algo que tendría que haber quedado dentro de los inaccesibles muros de un convento, porque ya se ha comentado que sus padres también eran catecúmenos de otra comunidad y también lo eran su hermano y alguna de sus hermanas…

La pobre fue la comidilla del lugar durante algún tiempo.

Porque así son “el amor y la unidad” que se practica en el Camino: en lugar de amor, cotilleo, porque ya se sabe que los kikos no están capacitados para amar, y llaman unidad a la uniformidad de los clones.

Para qué está el responsable de una comunidad neocatecumenal (y II)

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Por completar el relato de las funciones del responsable de comunidad, voy a contar otra experiencia.
 
En esta ocasión, la protagonista es una hermana cuyo marido no estaba en el Camino ni tenía la menor intención de entrar en él. Por supuesto, llegados a la altura de camino que marcan las rígidas normas kikiles, esta hermana fue mandada a su casa, en misión conyugal, es decir, a “convertir” al marido religioso natural de misa de 12 con el objeto de traerle al redil de los elegidos y “asegurarle” la salvación.
 
Por descontado, dado que “en la comunidad no estamos para la Caridad” y esas cositas, esta hermana perdió el contacto con la gente; era corresponsable y era de las que no fallaba cuando le tocaba preparar lo que fuese, pero para la comunidad pasó a no existir, sólo un par de catecúmenos se acordaban de llamarla de vez en cuando; y el responsable se ponía en contacto con ella sólo cuando había paso o algún acontecimiento especial.
 
Así transcurrió el tiempo de “exilio” hasta que un día, sin venir a cuento de nada (el marido seguía tan ajeno al Camino como siempre), el responsable llamó para invitarla a volver a la comunidad. Tal vez fuese que no advirtió mucho entusiasmo en ella ante la “merced” que se le concedía o tal vez fuese el discurso aprendido que traía preparado, el caso es que inopinadamente la invitación se convirtió en una retahíla de advertencias acerca de que no se creyese que ella sola, sin el apoyo de una comunidad, podía sostener su matrimonio y su familia, que sin duda alguna serían destruidos si ella no regresaba a la comunidad, porque el maligno era mucho más listo que ella, de modo que estando sola la engañaría como quisiera y ella misma sería la que se cargaría la familia y el matrimonio... bla bla bla…
 
En suma, el típico discurso kikil que asegura que tú no vales nada ni Dios se ocupa de ti, sino que te deja a merced del maligno, porque la exclusiva de hijos de Dios la tienen los elegidos del CNC, que son los únicos a los que Dios cuida. Un discurso que no por usual resultaba menos fuera de lugar, puesto que a esta hermana se la había dejado abandonada a su suerte, es decir, abandonada a las temibles e insalvables acechanzas del maligno durante no recuerdo si fueron dos o tres años, sin que a nadie le preocupase que tal abandono la dejase a merced de ese mismo demonio que ahora se blandía para que regresase a la comunidad. Porque concluido el tiempo establecido por las férreas leyes kikiles, se acordaban de ella y pasaba a ser espantoso que ella no tuviese el “apoyo” de una comunidad amorosísima que la había ignorado durante aquellos años.
 
El caso es que el responsable dispuso recibirla de vuelta oficialmente en la convivencia de mes que iba a haber pocos días después.
 
Y menuda bienvenida que tuvo esta hermana. También aquí hubo encerrona, también aquí el responsable había conseguido información privada que no dudó en exponer públicamente a la vista y el cotilleo de todos, pues resulta que una pariente de esta hermana caminaba en la misma parroquia.
 
He de decir que esta pariente no era persona de natural cotilla, sino corta de luces, acomplejada por ello y quemada porque nadie la tenía en cuenta; y la cortedad y el resquemor se unían dando lugar a que por conseguir la atención de los influyentes se prestase a contar lo que fuese menester de quien fuese menester...  De esta forma, no había habido acontecimiento ni problema doméstico durante el tiempo de “misión conyugal” de los que no hubiese sido informado el responsable.
 
Y en la convivencia, la “calurosa bienvenida” de que fue objeto esta hermana, consistió en hacerle saber que si el marido no se había “convertido” (en un kiko acérrimo) era a causa de ella, porque no había sabido leer los signos y señales, porque no había puesto la comunidad como objetivo y meta de su vida, porque se había dejado engañar por el maligno.
 
De suerte que si este matrimonio no había estado discutiendo y peleando a diario había sido por la desidia de ella, porque no se había tomado en serio su misión, porque no había odiado a su marido como está mandado por Kiko, porque no le había sometido a diario a chantaje emocional, porque había preferido la comodidad de una casa tranquila a la “heroica lucha” por rescatar a su marido, un pobrecillo religioso natural, de las garras del maligno.
 
Y se le hizo saber que cualquier problema que hubiese en su matrimonio y en su familia, sería responsabilidad suya, por haber desaprovechado la gran oportunidad de su vida.
 
Así funciona el CNC y así se hace funcionar a quienes quieren perdurar en el puesto de responsable: siempre hay que hacer saber al otro que todo lo de fuera está mal, incluso si objetivamente no es así, y que ese mal que sólo ellos saben discernir es culpa de quien lo padece sin darse cuenta. Así que incluso si no hay problemas, se señala la ausencia de problemas como indicio, signo y señal de que todo está mal y habrá consecuencias nefastas por no haber alcanzado las metas impuestas por el Camino.

"Kikosíntesis" lesson: vaya usted a saber -The fatal day- (del diario de Kristy Konnors) (III)

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              20 de abril de 2069   Junto a los canales de Kakilonia. Olvidándonos de ti.. 


      

Ni la proximidad de la primavera con toda su explosión de alegría logra dar una nota de color a este mundo gris que nos ha dejado la kikotización global. Cada día que pasa estoy más arrepentido de aquél experimento, en el Eskruticinido Zero, tengo que reconocerlo, se nos fue la mano....


Haciendo memoria de aquellos episodios desastrosos, que parecían bajo control, es como consigo tener esperanza en que las generaciones venideras sean capaces de contrarrestar el proceso de fotocopiado mundial, modo K. Que pudo producirse y auto reproducirse merced a la Kikosíntesis. A lo que vamos:




          Kikotina. Adicción descontrolada, apartado 1, y bajando:


       Vimos con sorpresa, todo el equipo de la UKU que una de las sujetas de la fila Katekistal, se había agenciado una libreta, e iba apuntando, a su bola, las respuestas del pobre eskruticiado.


En aquél descanso que les habíamos preparado de modo artificial observamos que tanto unos como otros andaban inquietos, aparentemente tranquilos, más los gestos indicaban una alerta interior... 
Para mayor perplejidad nuestra, y sin saber cómo ni de dónde, los que hacían las veces de "ekipo de kikotistas", se repartían un paquete de Trukados, fumando cual chimeneas industriales.
Aún no logro explicarme cómo convencieron a los seguratas de que les abrieran la despensa donde guardábamos las dosis de Kikotina, el caso es que accedieron a la misma, y se expusieron a una sobredosis brutal durante ese pequeño tiempo que les habíamos concedido.... según declaraciones posteriores de los guardas, es que habían dicho que venían enviados por nuestro equipo, y en nombre del profesor... 

               El caso es que fueron ellos mismos los que dieron, al volver de la despensa, por finalizado el descanso, prosiguiendo con el "E. Z." y todos dispuestos en la misma situación que antes del mismo, sentados uno por uno en los mismos sitios:

K.R:
A ver, hermano, hemos estado viendo un poco tu ídolos, en qué pones tus seguridades, y la medida de tu ninguna fe. Os repetimos que ésto no es un examen, ni debéis verlo como un juicio, sino como una ayuda de parte del Señor. Tenéis que recordar eso de: "Que el justo me corrija por amor, y que el ungüento del malvado no perfume mi cabeza"... 
Ésta puerta al katekumenado es importante, nuestra misión es llevaros a la fe adulta, ya se ha acabado el tiempo en que hemos dejado que la palabra, la celebración en la pequeña komunidad os haya calado, os haya puesto frente a vuestra realidad de pecadores, de que no podéis nada...
(Sorprendía, y mucho, que el discurso se repitiera una y otra vez, sin objeción alguna de parte de la "asamblea")

Estamos tocando vuestra vida, para que no se pierda.
 Bueno ¿Cómo vives tu sexualidad? 

-¿Eh? No entiendo...

Hombre, es fácil, el cristiano lo es en todos los órdenes de su vida ¿O te has creído que puedes ir por ahí fardando que estás en una komunidad kristiana, y al mismo tiempo vivir como los paganos?

-Sigo sin dar crédito, ni entiendo a qué viene preguntar por mi sexualidad..

Vale! La cosa es sencilla ¿Eres lujurioso?

-No.

Eso es lo que tú dices, seguro que tienes por ahí algún pekadillo de lujuria, alguna masturbación, y lo mismo hasta algún adulterio.

-Le he dicho que no.

Claro, y vamos nosotros y nos lo creemos. Te recuerdo que ahí sentada está tu mujer, y después le vamos a preguntar. También por ti, Así que escupe:

-¿Que escupa a quien?

Ya me estás tocando los cojones, hermano, -hablando del tema... venga, reíros otra vez-  .... eso, eso. ¿Me vas a venir con mentiras a estos Eskruticios de la Iglesia? ¿Es que no sabes que no hay nada oculto, que no haya de saberse?..

-Vamos a ver, la cosa es que no creí yo venir aquí a hablar de estas cosas.

¿Ah, no? ¿Y de qué vamos a hablar entonces?¿De los peces de colores? Aquí hablamos hechos concretos, y de una forma a veces que puede parecer poco decorosa, porque no somos como esos religiositos de Misa de 12, que mucho bla bla bla, pero luego, ná de ná. Hablamos las cosas "moko" son, nada de andar con tapujitos y mierdas de esas. 
¿Te masturbas? ¿Ves pornografía?

-Hombre, pues a veces, uno cae, la verdad. Pero poca cosa... y ya me confieso de ello, así qué..

¿Así qué, qué? ¿Vas a comparar? Tu komunidad tiene que saber con quien kamina. Ese demonio mudo que tienes, está haciendo mucho daño a la fe de tus hermanos ¿Cómo te podrán amar si no te conocen? Si te escondes, escondes tus pecados, te pudres ahí con ellos, muerto ontikikamente parlando. Os estamos llamando fuertemente a la fe, nada de bobadas. Tú, hermano, eres un claro ejemplo de lo que no se debe hacer con la fe, la has convertido en una religión. Te has creído que yendo a una komunidad ya ibas a ser mejor. Llevas toda tu vida en la mentira, en la hipocresía que ha hecho tanto daño a la fe católica, así va el mundo ¿Qué diferencia hay? Y resulta que no, que de lo que aquí se trata es de descubrir tu realidad de pekado, Tus muertes, tus miserias, esas cosas que te impiden entrar en la vida, En la konversión ¿No te das cuenta que todo ésto es por tu bien? ¿Que ésto viene en tu ayuda? Gratis.

-Ya, ya, ya voy tomando nota.

No, nota toma ésta que tengo a mi lao. y tus hermanos, que ya va siendo hora que sepan que eres un marrano. Un lujurioso. 

-Hombre, que no es pa tanto.

Eso lo decidimos nosotros, tus kikotistas ¿O es que tu sabes más de ésto, y no nos habíamos enterado?

-No, no he dicho yo eso.

Entonces, que hables ya, que ¡es pa hoy!

-Vale, que sí, que alguna vez pos me pasa que el demonio "mengaña".

Ah sí ¿Con qué?

-Pos lo que estamos hablando.

¡Hecho concreto! ¡Y ya!

-Vale, que un día me dio por ver pornografía, y masturbarme.

¿Un día? ¿Sólo?

-Sí, estaba solo.

Que si un día, o más días, que pareces idiota.

-Va, algunos días.

¿Y no te das cuenta que eso no es a lo que te está llamando el Señor?

-Hombre, ya le dije que me confesé.

Eso está bien, pero ¿Sigues?

-A veces tengo que confesarme de los mismos pekados.

Claro, es por ésto que estamos aquí vuestros katekistas. Para conduciros en este camino, por esta escalera que os pintamos en las primeras kikotesis. Donde descendéis a la piscina, bien llenos de mugre, de pekado, de basura e inmundicia. Nadie que está limpio, necesita bañarse. Por eso es que venimos en vuestra ayuda, a sanar lo enfermo. A curaros de todas esas idolatrías que os mantienen en el engaño ¿Entiendes ahora por qué te estamos hablando así? ¿Por qué hablamos éstas cosas?

-Sí.

Entonces ¿No eres fiel en tu matrimonio?

-Sí, sí que soy fiel.

¿Ves? Mientes ¿Es que no has oído que quien mira otra mujer deseándola ya comete adulterio? A lo peor, resulta que también engañas con otra a tu mujer, y no lo estás diciendo, por miedo, por ese miedo que el demonio te ha metido a la muerte...

-Que no, que no engaño a mi mujer.

Bueno, bueno, lo vamos a dejar así, pero que sepas que no hay nada que se pueda mantener oculto. (y menos a nosotros)
Seguimos tocando tu vida por tu bien, hermano.
¿Estás abierto a la vida?

-Claro que estoy abierto a la vida. Tenemos cuatro hijos.

Ya, pero el pequeño, perdona que te haga la cuenta, pero ya tiene unos años...

- Es que hemos visto difícil tener más.

¿Habéis visto? ¡Vosotros qué vais a ver!

-Esta complicada la vida, y con los cuatro ya nos las vemos y nos las deseamos.

¿Es que no te fías de Dios?

- Por supuesto, siempre he visto que está ahí, ayudando en nuestra familia.

¿Y así se lo pagas?

-¿Cómo? ¿Qué le voy a pagar?

A ver, tu sabes que todo acto conyugal, dice la Iglesia, ha de estar abierto a la vida. Nada de trampas.

-No hago trampas, hay tiempos...

¿Tiempos? Trampas! Tienes que dejar que la voluntad de Dios se haga presente, no lo tuya. Además ¿Es que no has visto que Dios es fiel, que provee?

- Si, lo he visto. Y estoy muy agradecido al Señor que no nos deja.

Vaya una religiosidad que te llega de la cabeza alas plantas de los pies. No eres más necio porque no eres mas grande. Dices con la boca que estás agradecido a Dios, pero le das con la puerta en las narices cuando te viene en gana.

-Vamos a ver, tenemos que pensar en la educación de la prole y de sus necesidades.

De sus necesidades -como tú dices- ya se encarga Dios ¿Ves como no confías? ¿No ves que eres esclavo de la seguridad en el dinero? Por eso tenemos que seguir con éste paso, con el rito que vendrá dentro de él. Os tenéis que desprender de esas seguridades que os procuráis -eso creéis- con el puerco dinero. Porque lo que nos estás contando, hermano, a fin de cuentas, se trata de dinero. No te fías de Dios por causa del dinero.

-Al contrario, resulta que tengo muy presente que todo me viene de Él.

¿Y te has creído que Dios no es el dueño de todo el oro del mundo? Le pones trabas a su voluntad a causa, según dices, del miedo a la precariedad.

-No, no tengo miedo. Es que tengo que administrar los dones que Él me da.

Hombre! Hasta ahí podíamos llegar! Ahí te quería yo ver! ¿No has oído lo de ve y vende tus bienes? ¿No has oído que los talentos hay que invertirlos bien? ¿Dices que administras? Dices mal. Porque lo que haces es actuar con miedo, guardando los talentos debajo de una piedra. Signo de tu propia muerte espiritual.

-Y eso ¿Qué tiene que ver con tener o no, más hijos?

Eres un falso, hermano, un falso. No eres mas que un egoísta ¿Qué te diferencia de los del mundo? ...
Entonces ¿Para qué kaminas? ¿Para qué te ha puesto Dios una komunidad? No entiendes nada. No entendéis nada. El estar abierto a la vida es algo que os queda muy largo. no comprendéis, pero para eso estamos aquí vuestros katekistas, para guiaros a ésto que el Señor os llama fuertemente.

El Señor provee de lo que os resulte necesario para vuestra konversión. El ciento por uno tiene muchas formas, que os iremso explicando con el tiempo, no hay prisa, solo escuchar y obedecer, es simple. No tenéis que estar eligiendo entre ésto o lo otro, creyendo que con asitir de vez en cuando a una celebración, a una Eucaristía, ya está todo hecho. Si pensáis así, mejor os vais.

Se había puesto de pie, y pronunciaba aquellas cosa en voz alta, casi gritando. No caí en la cuenta en aquel momento, pero había pasado algo, algo estaba cambiando, ya no fumaban, pero el ambiente estaba pesado, los rostros cabizbajos se alzaban en cada golpe de entonación, no se miraban entre sí, solo al atril, alguna mirada a la cruz kikiana, luego al suelo, otra vez al kikotista, se ensombrecían al tiempo que sus hombros y sus posturas corporales adquirían grotescas formas, como de disimulo, como de no querer estar allí, y no tener a dónde ir...

 Es momento de marchar a otro lugar, recorro de nuevo el dial, no hay nada, tan solo la emisora oficial, la -69 punto K- Emitiendo desde la Komus-Kalilea.  Con sus kantos, y soflamas de costumbre, nada nuevo, que si el mundo está partido en dos por ésta espada del kerygmazzo, que si los paganos se resisten a entrar en obediencia, dejados de la mano de Dios,  muertos  a su mala suerte, engañados por el del moño rojo, Que si fornikan y se suicidan una y otra vez sin más solución que el atreverse un día a recibir la noticia de que Dios los ama como son, pero está empeñado en hacerlos de otra manera...

Retomo la casete con los Dire S y escucho el "demasiado lejos de mi", me ayuda a echar la escueta mochila al hombro, y seguir huyendo a algún lugar de esos que dicen en la 69 punto K que hay por ahí, pero aún no he encontrado....

"Sayonara, babys"....¡Volveré!

             

Paso del shemá (V)

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«SABADO POR LA MAÑANA
LAUDES
Monición a la lectura
Viviremos esta mañana en un ambiente de oración y de escucha de la palabra de Dios, para que el Señor nos conceda un gran regalo, tenga misericordia de nosotros en esta mañana y nos permita estar libres de problemas de afanes del trabajo o de otro tipo de preocupaciones familiares, para poder estar como María a los pies de Jesús para escuchar su Palabra. Por tanto escuchar la palabra de Nuestro Señor Jesús, recogida por la Iglesia primitiva y transmitida a una serie de cristianos en un proceso de evangelización de la Iglesia primitiva, sobre todo en la sinagoga. Sabéis que la primera predicación durante dos siglos fue hecha en la sinagoga y se dirigió a los judíos cristianos de la circuncisión, ya dentro del contexto de la evangelización. Es decir, que la Iglesia ve necesario hacer etapas para poder mantener a estos hermanos que comenzaron a reunirse, a creer en Jesús de Nazaret como el Hijo de Dios».
Cualquier parecido entre la Iglesia primitiva y el CNC es pura coincidencia, pero que sea falso no va a impedir que se repita en cada kikotización.
«Comenzaron a formar comunidades de gente que en principio se llamaban “nazarenos” porque eran discípulos de Jesús de Nazaret y que en otras partes comenzaron a llamar –sobre todo fuera del ambiente judío- cristianos.
El Señor nos concede esta mañana una maravilla, que es sentarnos a escuchar su palabra. También me pongo con vosotros a escucharla. Lo más importante, en este momento es que escuchemos a Jesús que nos habla, no en un contexto independiente, sino que Jesús nos habla dentro de una iglesia. Una iglesia concreta y con circunstancias también muy concretas, como es esta panorámica universal de evangelización que está abierta al Concilio Vaticano II, que se está abriendo en este Sínodo que habla de evangelización y, por tanto, la dinámica concreta de vuestras parroquias: algunos problemas en la de Argüelles, en las otras dos, aquí están los párrocos, y muy contentos.
Por tanto, no nos fijamos en esta Palabra como si no fuese con nosotros, sino que la dejamos llegar a nosotros en el contexto maravilloso del Señor, que hoy nos hablará el Señor, que nos está llamando en nuestra comunidad cristiana – catecumenal.
También hace falta otro contexto para situar esta Palabra. Dios nos ha llamado a abrir un camino en su Iglesia, a experimentar en nuestra carne un camino en su Iglesia: un camino neocatecumenal en el que el Señor te está llamando a vivir todo este proceso de evangelización en un contexto de catecumenado, un catecumenado bastante similar al que tenía la Iglesia en el siglo III. Sabéis que intentamos evangelizar, no sólo como palabra, sino como un camino para revivir nuestro propio Bautismo. En la medida en que nuestro Bautismo pueda ser irrigado y esta semilla que la Iglesia nos dio un día pueda crecer.
En este contexto veréis que la Palabra que escucharemos ahora es realmente potente y es maravillosa y nosotros la situamos en este paso al catecumenado: de la primera puerta que se abre a la primera puerta que se cierra».
Conviene recordar que la interpretación de las Escrituras no corresponde a ningún laico, por muy sensibilísimo y artista que se crea el susodicho, por tanto, no corresponde al CNC determinar el contexto de ninguna Escritura.
«Tal vez hayáis leído muchas veces el evangelio de la segunda venida de Cristo. La escatología, debido a que no hemos sido educados en un contexto catecumenal, porque la Iglesia no se ha dedicado a educarnos porque no ha tenido tiempo o por lo que sea, el Evangelio lo hemos tenido que interpretar un poco a nuestra manera, y por esto la segunda venida de Jesucristo es entendida como el juicio final, como algo catastrófico, y esto no se entiende mucho».
Nueva falsedad. La Iglesia siempre ha procurado la interpretación de toda la Palabra de Dios; cosa distinta es que en el CNC se limpien el trasero con la interpretación válida para deformar a su antojo la Palabra
«Precisamente el catecumenado debe enseñar a los hombres a comprender. Y cada puerta del catecumenado (porque hay dos puertas fundamentales: una a la entrada al catecumenado y otra a la entrada al Bautismo, la última puerta) nos quiere enseñar a esperar la segunda venida de Jesucristo y esperar también el acontecimiento más grande que será tu muerte física, que puede ser mañana.
En definitiva, el catecumenado, una buena catequesis cristiana, debe enseñar a vigilar, a estar vigilante. Por esto debe enseñar a rezar, a estar alertas, porque Jesús viene como un ladrón, cuando menos te lo esperas.
Bien. Nosotros comenzaremos a estar vigilantes, nosotros –como catequistas tuyos- comenzaremos a vigilarte. Por esto la primera lectura que haremos será la parábola de las vírgenes y veréis que en toda la parábola aparece lo de estar vigilantes y el “cerrar la puerta” y el “estad atentos, porque después llamaréis y no entraréis”. ¿Quiere decir esto que habrá un momento determinado en el que se abrirá una puerta y después se cerrará y que a alguno se le dirá “tú no puedes entrar y se acabó”? Sí, también puede suceder esto, pero no es esto lo importante. Esto puede ser muy duro, cuando se le dice a personas concretas. Esto también está en el contexto de Israel. ¿Cómo es posible que llegue Jesús e Israel le rechace? ¿Cómo es posible que venga el Hijo de Dios y la gente más noble y más estudiosa diga que está loco, que es un hereje, que es un monstruo, que está endemoniado? ¿Cómo es posible? Gente muy inteligente y muy sensible, gente virtuosa, aparentemente. Esto no se puede entender, sin embargoesto nos sucederá a nosotros, sucederá contigo y conmigo
Se refiere a que él y los suyos, tan sensibles, se dedicarán a maldecir asus amados hermanos. Y en efecto, ya está sucediendo. En este blog, a diario.
«De gente muy sensible y muy estudiosa llegará a tus oídos que estoy loco y que te he lavado el cerebro y que esto es monstruoso. ¿Cómo es posible que se llegue a este punto? Es precisamente de esto de lo que quiero hablaros.
Israel tiene orejas y no oye, tiene ojos y no ve, y escuchando no entiende nada, para que no se conviertan ni sean curados: Entonces el Señor quiere decir ¡Vigilad! ¡Estad atentos! ¡Rezad! Estad atentos porque está por llegar el ladrón, ¡porque se cierra la puerta! Y tú dices: “Bueno, no sé por qué voy a tener que estar atento, ya me avisará mi catequista. Porque en un año habrá otra convivencia y aunque me quede adormilado voy a la convivencia y allí me caliento un poco con la catequesis que escucho y ya está” No. En primer lugar, porque es posible que cuando llegue esa convivencia tú te hayas enfriado de tal manera que no quieras venir a la convivencia. En segundo lugar, es posible que esté todo montado contra mí y contra quien sea. Tercero, que puede ser que llegues y no escuches nada y no te puedas convertir. Y Dios lo permite.»

Dios propone, el Camino Neocatecumenal impone

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Tengo grabado en la retina el gesto iracundo, crispado, rabioso de una hermana que aprovechó la rueda de experiencias de una convivencia de mes para recriminarnos que no habíamos cumplido con lo único que  se esperaba de nosotros. A saber: que rezásemos por la “conversión” de su novio.
Esta hermana llevaba a sus espaldas varios noviazgos fallidos. Pero con el último, se había auto-convencido de que era el definitivo, porque se habían conocido en la Iglesia, es decir, en un templo plagado de religiosos de misa de 12. De hecho el novio en cuestión era uno de esos religiosos naturales que llenaban el templo. Por eso tenía necesidad de ser “convertido”.
De hecho a esta hermana, por la historia de noviazgos nada castos que traía consigo, los kikotistas le habían dicho que nada de comprometerse si no era con alguien del Camino y no sólo del Camino, sino que por lo menos hubiese pasado por los segundos, y además que los tuviese cerrados (es decir, que los hubiese pasado).
Pero el destino había querido que se cruzase con su novio actual, una excelente persona, cristiano de toda la vida, digo, religioso de misa de 12 de toda la vida. Y como les dio por enamorarse, esta hermana pidió a su comunidad que nos pusiéramos todos a rezar sin descanso por la “conversión” de su querido novio.
Y sucedió que no hubo manera. Que por más que ella presionó e insistió y por más kikotesis a las que acudió el sufrido novio, al terminar las mismas salía tanto o más convencido que al principio de que aquello no era para él.
Y el noviazgo se rompió. Y la contristada exnovia nos echó la culpa a la comunidad por no haber rezado lo suficiente.
En la desquiciada ilógica neocatecumenal los ásperos reproches de esta hermana son totalmente oportunos. Es decir, en el CNC se propala el bulo de que lo de “la oración todo lo puede” implica que la oración puede anular el libre albedrío del otro, de tal suerte que si se juntan varios en nombre de a saber quien a pedir la “conversión” total de un religioso de misa de 12, el mentado religioso natural no tiene la menor posibilidad de no “convertirse”, pues su libre albedrío quedará anulado por la oración de la comunidad.
En consecuencia, si el religioso natural sigue erre que erre y no se “convierte”, no es porque Dios respete el libre albedrío de sus hijos, sino porque la comunidad no ha rezado lo suficiente.
Vamos, blanco y en botella. Cualquier kiko lo entiende a la primera, porque lo que los kikos no entienden es el libre albedrío.
En otra ocasión (me parece que esta anécdota ya la he contado, pero es oportuno refrescarla), en un escrutinio, el kikotista preguntó a la escrutada si es que ella no creía que poderoso era Dios para convertir a su marido (se trataba de un matrimonio más que problemático, pues él era un maltratador). La respuesta de ella fue que lo que creía es que Dios respeta la libertad del ser humano, tanto si obra el bien como si obra el mal.
A este kikotista, si se le saca del guión aprendido, le falla totalmente el presunto don de estado y sólo es capaz de recurrir a las amenazas.
Así pues, a la hermana que se quedó sin novio por “culpa” del desinterés de la comunidad, que no rezó lo bastante para que Dios anulase el libre albedrío del novio y le hiciese entrar en el Camino, cuando le tocó ser escrutada y reclamó que se sentía engañada, que se había desprendido de sus bienes más preciados, tal y como le habían dicho y a cambio lo que había recibido era (reproduzco sus palabras textuales) ¡una mierda!, la salida del kikotista fue acusarla de estar endemoniada.
Por supuesto, la inexistente formación teológica de este kikotista le incapacitaba para sacar a esta hermana de su error; sobre todo porque era él mismo quien se había encargado de vendernos que a todo el que se desprendiera de algo Dios le devolvería el ciento por uno para hacerle saber que aquel desprendimiento era de su agrado; y que a todo el que pidiese se le daría, sobre todo si lo que pedía era que alguien entrase en el CNC, porque ¿cómo no iba Dios a querer que todo el mundo entrase en el CNC?
Así que cuando la obstinada realidad rompía el cuento y el resultado era que para Dios el libre albedrío de uno solo está por encima de la oración (mal entendida y peor aplicada) de muchos, su recurso era acusar de endemoniada a quien le llevaba la noticia y le reclamaba daños y perjuicios por haberse creído el cuento.
Dicho lo cual, ¿alguien adivina qué dispuso el kikotista para esta otra hermana que le hizo saber que creía que el poder de Dios respetaba la libertad humana para optar por el mal? En efecto, también a esta la acusó de estar endemoniada.
Árboles que no dejan ver el bosque
Ahora bien, hubo una diferencia fundamental entre ambas mujeres.
La primera, la novia frustrada, cuando se vio tildada de endemoniada, reculó prestamente.
«Esos ojos, ese gesto crispado, tú lo que tienes es el demonio dentro. Por eso no puedes ver la obra de Dios, porque el demonio te tiene engañada para que no puedas verla y creas que todo es mentira y pienses que todo es una mierda y desprecies la obra que Dios quiere hacer contigo y te pierdas», tronaba el kikotista carente de argumentos y de discernimiento.
«Tienes razón cuando dices que ahora no veo nada. Pero recuerdo que en otros momentos vi, y bendije a Dios, tengo experiencia de la acción de Dios en mi vida…», se apresuró a cambiar el discurso la exnovia, al ver el cariz que tomaba el escrute.
En cambio, la segunda mujer sostuvo el pulso.
«A ti lo que te pasa es que te crees más lista que Dios. Dios tiene que caber en tu razón y lo que no entiendes lo rechazas. Y el demonio te domina y te engaña, porque te hace rechazar lo que Dios quiere para ti que tú no entiendes. Dios te ha dado el marido que necesitas para que te conviertas y tú eres una necia y pretendes saber más que Dios» se desahogaba el kikotista a falta de razones.
«Si tan bueno te parece, ¿por qué no pides a Dios que conceda a todos tus hijos cónyuges como el mío, para que ellos pasen por lo que yo paso y así asegurarles la conversión?», repuso ella.
Inexplicablemente, el kikotista no quería para sus hijos lo que intentaba imponer a su catecúmena.

Paso del shemá (VI)

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«Dios ha hecho un catecumenado con Israel: ha enviado profetas y profetas a decirle:¿Por qué no te conviertes? ¿Por qué no te reconoces pecador? ¿Por qué no abandonas los ídolos, los baales? ¿Por qué no vuelves a Mí? ¿Por qué no buscas otra cosa que a ti mismo? Yo te he dado la ley para demostrarte que tú eres débil, para conducirte al Mesías, para demostrarte que eres pecador, ¿cómo es posible que tengas la ley, el shemá, “Escucha, Israel, amarás a tu Dios con todo tu corazón, con todas tus fuerzas, con toda tu mente, y al prójimo como a ti mismo”, y todo esto tú lo hayas recortado, lo hayas transformado en muchísimas prescripciones sobre levantarse a tal hora, lavarse las manos antes de comer, etc? ¿Cómo es posible que tú hayas hecho esto y hayas transformado la ley en algo que te justifica y en nombre de la ley desprecies a tu hermano
Te estoy vigilando...
Esos son los efectos de la kikotina.
«Lo que pretendo con la ley es hacerte comprender que eres pecador… Que también tú necesitas de la penitencia… ¡Qué también tú necesitas del Mesías! Con el fin de que tuvieses misericordia de tu hermano, porque tienes una cerviz muy dura, una cerviz de hierro, tienes una cerviz orgullosa, pasas los días juzgando a los demás (para que comencéis, hermanos, a comprender lo que es el fariseísmo).»
Los neo-hermanos que pasan por este blog lo tienen comprendidísimo y lo practican a diario.
«Bien. El Mesías viene a su pueblo, como lo había anunciado Isaías, viene y no le reconoce nadie, y se rebelan contra él y lo matan. Bien, no creáis que el cristianismo es una magia, con sus momentos mágicos. Si el Señor te está llamando a conversión, es hoy cuando el Señor quiere que te conviertas. No lo dejes para mañana. No digas “cuando me esté muriendo me confesaré”. No digas “cuando llegue el próximo escrutinio”. Es ahora cuando el Señor te está llamando. Porque toda tu historia depende de cada momento. Toda tu historia está escrita (todo lo bueno y todo lo malo) y en ella cada momento está vinculado a los demás. Digo esto para que podáis comprender lo que se ha leído.
Pero antes de leer la parábola de los talentos y la parábola de las vírgenes, quiero decirlos otra cosa.
Todas las parábolas (los exégetas modernos las están estudiando y dicen que ha habido una época de la cristiandad en la que las parábolas no se entendían bien y fueron interpretadas alegóricamente) se están llevando a ser entendidas en el contexto catecumenal. Descubriendo el evangelio en clave catecumenal, adquiere para nosotros hoy una luz muy grande, todavía más grande, viendo que esto sigue una catequesis, que después hay etapas, es decir el Bautismo con sus etapas que llega hasta nuestros días, sobre todo el Bautismo de adultos. Incluso en el Bautismo de niños se puede descubrir, después de tantos siglos, estas etapas, estas puertas importantes que son para conducir a la gente a la conversión, para que la gente sea realmente cristiana, ya que sabéis que la Iglesia primitiva daba el Bautismo sólo a los convertidos, a quienes tenían dentro la vida eterna, a quienes tenían fe.
Te vigilamos...
Hoy, como dice la Iglesia, debe llevarse a los bautizados a la conversión. El catecumenado, que entonces se aplicaba para convertir a los paganos y darles el Bautismo, hoy hay que utilizarlo para convertir a los bautizados, pero es lo mismo.
Incluso la Iglesia primitiva daba el Bautismo en ocasiones al principio en lugar de al final, dependía de las circunstancias. Y sabéis que este Bautismo si no estaba acompañado de todo el contexto de la catequesis no tenía valor
Ahí queda eso, un Sacramento que sólo tiene valor cuando Kiko lo decreta, pero no por ser Sacramento. Para que se vea claro quien está por encima de los caprichitos sacramentales de Dios. La duda es… ¿para qué dar algo que carece de valor y no sirve de nada?
«Por ejemplo, sabemos que había gente que enfermaba, hasta casi morir, y entonces antes de terminar la catequesis le tenían que administrar el Bautismo, le daban el Bautismo entero. Pero si después se curaba, la Iglesia este Bautismo no lo aceptaba, pero no es que le bautizasen de nuevo. Le decían: esto no te exime, ahora tienes que hacer todas las catequesis, debes hacerlas sin que falte ni una, ¿eh? No creas que porque hayas estado enfermo y te hayamos bautizado puedes decir “soy cristiano”.»
Lo dice Kiko, que por supuesto habla en nombre de la Iglesia de todos los tiempos.
«Bien. Ahora en este contexto veréis con gran claridad la parábola de las vírgenes, sabiendo que el cristianismo no es un moralismo; pero que hay un momento después del tiempo del catecumenado (en el cual tú has descubierto que tienes poca fe y te hemos enseñado el “Escucha, Israel: amarás a Dios con todo tu corazón, con toda tu mente y con todas tus fuerzas” y tú mismo has reconocido que no puedes amar a Dios de este modo) en que te hemos presentado a la Iglesia como una madre que viene en tu ayuda y tú has pedido, a la Iglesia, que te ayude, que te dé la fe. Y así la Iglesia, lo primero que te ha hecho ha sido exorcizarte y, por el poder de Jesucristo resucitado que está en ella, expulsar a los demonios, Porque Jesús ha dicho a sus apóstoles: “Yo os doy poder para expulsar los demonios, caminar sobre serpientes y escorpiones”. Por eso lo primero que hace la Iglesia es liberarte, liberarte y exorcizarte.
Nosotros también....
Hay una cosa curiosa y maravillosa a la vez: la gente (sabéis que hoy también nosotros, como catequistas, tenemos el poder de exorcizar a la Iglesia, el Papa ha dicho que se vuelva a dar este carisma, digámoslo así, a los laicos).»
Ese Papa lo dijo tan claro que no quedó escrito en ningún sitio y sólo Kiko se enteró. Porque es falso lo que dice Kiko que dijo el Papa.
«Y es curioso, os decía, que en algunas personas sus demonios no se marchan nunca, e incluso en algunos, al tratar de expulsar sus demonios, se revuelven contra ti. Diciéndoles la verdad que les puede iluminar, te odian con todo el corazón y sin embargo hay otras personas que les hablas y su vida cambia radicalmente para siempre, y realmente esta persona es transformada.»
Eso es lo que les pasa a los kikotizados, teniendo el remedio a su alcance, odian a quien se lo lleva. Pero resalta sobre todo que Cristo no está por ningún sitio; todo el “mérito” se lo atribuye el charlatán cuya cháchara transforma para siempre… en kikozombi.

Significado de algunos signos para el Camino Neocatecumenal (IV)

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La recopilación de signos del Camino Neocatecumenal no podía concluir sin comentar aquellos que se refieren al hogar de todo buen catecúmeno.
Porque hay una serie de “signos” que son para que los vean los demás y que se realizan en la casa de los catecúmenos.

El primer signo es, por supuesto, el archi-famoso cuadro de la Virgen triste con el triste niño, conocido como la Kikotisa o Virgen del Camino. Es fundamental e imprescindible que todo matrimonio kiko tenga una reproducción de dicho cuadro en su dormitorio, cerca del tálamo marital. Por eso, en mi zona estaba establecido que cada vez que se casaba alguien, su comunidad le regalase el icono triste. Lo que podía variar era si el icono se regalaba tal cual o enmarcado. 
 
La época en que en mi comunidad hubo novios y matrimonios ya quedó atrás, casi todos nos casamos cuando aún llevábamos pocos años de Camino, así que éramos de las comunidades que regalaban el icono sin florituras. Lo que no era óbice para que quienes lo recibían lo llevasen a enmarcar, y daba la casualidad de que cuanto más grande, historiado y barrocamente “floripondeado” era el marco que le ponían más gustaba a todos. ¡Con la de burlas que años después ha habido hacia los floripondios, las puntillitas y demás finuras!
 
El segundo signo doméstico ya no está al alcance de cualquier casa kika, sino sólo de aquellas cuyos moradores kikos han llegado y superado el paso de la Redditio, que es donde se les dota de una larga palma para que la pongan en algún lugar visible de la fachada de la casa.
 
Así, supuestamente, el primer signo es símbolo de que en esa casa habita una pequeña comunidad que aspira a vivir en humildad, sencillez y alabanza… y aspira, y aspira, y sigue aspirando, y aspira que te aspirarás… y nada más, porque todo se queda en aspiración sin llegar a ninguna parte. Y el segundo signo, la palma, en la Iglesia es símbolo de martirio y de victoria sobre la muerte, pero en el kikismo no tengo ni idea de qué pretenden representar con él, porque quienes lo reciben nada tienen de mártires, puesto que no han preferido derramar su sangre antes que renunciar a su fe cristiana, sino todo lo contrario, es decir, han abrazado la fe kikiana dejando de lado la fe cristiana.
 
Otro usual signo kikil para la casa es el pomposamente llamado “entronización de la palabra”, que no es otra cosa que dejar en algún lugar preeminente del salón un atril  de mesa con su cubre-atril rematado por todo tipo de puntillitas y bordado con todo tipo de floripondios, sobre el que se deposita la Biblia de la casa. Y se considera adecuadísimo si la Biblia tiene tapas plateadas con grabados de arabescos o florituras y piedras semipreciosas. En suma, vivan los floripondios, pero no los zapatitos rojos.

El signo de la entronización de la Biblia (un kiko bien adiestrado dice "de la Palabra") tiene el significado de que en ese hogar se alimentan de la palabra de Dios. Lo cual estaría muy bien si viviesen conforme a aquello que dicen les alimenta.
  
Hay otro signo doméstico que en mi zona tuvo mucho auge: una tablilla de madera repujada con florituras de esas de las que se queja el sensibilísimo Kiko cuando no las ha diseñado él, en la que está grabado el comienzo del shemá. Lo que se estilaba era colgar dicha tablilla en la entrada de la casa, para que no hubiese duda de que sus habitantes son kikos antes que nada. Porque podrían haber colgado el Padre Nuestro o una bendición apostólica papal, pero no, nada de cosas propias de cristianos, no sea que les tomen por lo que no son.
 
Además, cuando se llega al paso del Padre Nuestro y se peregrina a Loreto (en la segunda parte de dicho paso), durante dicho viaje cada catecúmeno recibe (previo pago que se camufla en el precio del viaje), una reproducción del cuadro de la Virgen triste y otra del más triste “kicono” de la familia de Nazaret, para que adornen con ellos su casa, de tal modo que no quede duda que es la casa de un kiko. 
 
Bueno, esos eran los “kiconos” que repartían cuando yo fui a Loreto, no sé si ahora habrán cambiado.

Además, en honor a la verdad, he de decir que en pocas casas he visto colgados de las paredes los cuadrillos que nos trajimos de Italia, lo que no me sorprende, porque son reproducciones bastante malas y tan fúnebres que no pegan con un ambiente hogareño.

Y al acabar el camino, en el viajecito por Tierra Santa, te “regalan” un nuevo kicono, en mi opinión de los más feos y de calidad tan mala como los anteriores. En este caso el que toca es la reproducción de la horripilancia que estropea la capilla de la domus Galilea, que es donde tiene lugar el “regalito”.

Este “kicono” puedo asegurar que no lo he visto en ninguna casa de ningún hermano neocatecumenal; he visto a la virgen triste en la cocina de una casa, en el pasillo que conduce al trastero de otra y en el garaje de la de más allá, pero el “kicono” del Juicio Final no lo he visto en casa alguna. Se conoce que todos hemos coincidido  en considerarlo inadecuado para “adornar” nuestro hogar.
 
Y por último, también durante este viaje por Tierra Santa, al llegar a Jerusalén se visita la domus Mambré, que dicen ser un enclave provisional en tanto se construye la domus Jerusalén, de la que ya nadie se acuerda porque sólo existe en las fantasías animadas de gente muy sensible. Y en dicha domus hay un nuevo “obsequio”, peor aún que el precedente: una alfombrilla de pie de cama, malucha y sin gracia.
 
Pues bien, también la alfombrilla es un “signo” para los kikos. Signo de acogida, te dicen, porque el cristiano es persona abierta que a todos recibe y a todos acoge en su hogar… El cristiano, que no el kikiano, claro, porque el kikiano tiene tendencia a rechazar al otro: al hijo porque no quiere caminar, a los parientes porque son unos religiosos de misa de 12, a los curas por ser “clericalistas”, a los obispos por hostigadores… Y, en suma, lo que le sale de dentro es lo de odiar al padre, a la madre, a los hijos, etc.

Funeral: una fiesta de alegría con ataúdes

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En la noche del pasado 13 de Enero, sobre las 20:30 horas, se produjo cerca de la ciudad de Milagro, en Ecuador, un accidente en el que murieron 20 personas y 17 resultaron heridas.

18 de esos 20 fallecidos eran miembros del Camino Neocatecumenal o hijos de catecúmenos. Los otros dos muertos conducían dos de los vehículos implicados en el accidente.

Los catecúmenos procedían de Guayaquil e iban rumbo a Babahoyo, a la convivencia del segundo escrutinio. No llegaron a su destino. Ni ellos, ni el conductor del autocar que les llevaba. Los detalles del accidente, para quien quiera conocerlos, pueden consultarse en el siguiente vídeo.



Murieron adultos, jóvenes y algún bebe. Es una noticia triste y dolorosa… salvo, al parecer, para el kikotista de los fallecidos que fiel a la reprogramación que inserta el CNC en las neuronas crucificadas y kikotizadas, no tuvo mejor ocurrencia que asegurar lo siguiente:



Afortunadamente, no todos en el Camino se tragan sin chistar que la obra de Dios es absurda o que Dios habla en las tragedias, en los cataclismos y las hecatombes y que cuando le da por hablar así los elegidos pasan directamente a su presencia, sin purgatorio que valga o precisamente porque ellos lo valen, que si no, no les habría elegido Dios.

De modo que alguien intentó aclararles las cosas a los que cantan y bailan en presencia de los féretros de sus amadísimos hermanos… y rápidamente fue contestada. Porque la ley Kika ha de prevalecer sobre cualquier resto de razón que quede.




Y no puedo evitar cuestionarmeç: ¿Por qué no se habló de fiesta, de "exhultación" de alegría, etc. en el funeral de Carmen? ¿Por qué al final del funeral, dentro del templo, no se bailó el baile de los pitufos? ¿Será porque las puertas estaban abiertas y les miraban?
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